domingo, 11 de septiembre de 2011

Día 53: Más Sète (V)

9.9.11. Aquí sigo en Sète. A primera hora decidí que si me iba a quedar unos días más, debía de arreglar la tapa del tambucho de popa. La madera se había podrido, y un día cuando lo pisara lo iba a atravesar. Así que tocaba reemplazarla. Tomé medidas y fui a pedirle la tabla a Guiome. Luego vino Gilbert, diciendo que hoy iba a hacer una comida para todo el mundo y que debía de ir a comprar al Carrefour. Me preguntó si quería acompañarle y aprovechar a hacer alguna compra. Si! Volvimos sobre las 12 y me dediqué a guardar un poco la compra... Sobre las 13, me pegó un grito Gilbert diciendo que ya estaban todos allí, que me pasara yo también. Estaban Vero, Antoine, Pascal, Stefan y una persona que no conocía... Didier. Su historia no se queda corta. Se está construyendo él solo (se ve que esto se estila por aquí, lo que llaman "construcción amateur") un catamarán de 15 metros de eslora y 6 de manga! Además me enseñó una Tortuga que tenía tatuada en el hombro. Muy parecida a la que tengo yo en la proa! Antoine me preguntó si había encontrado tripulación, y le dije que no. Entonces me dijo que si él encontraba a alguien que le cuidara a sus dos perros, que se venía conmigo a Lyon. Me dijo que me llamaría más tarde. Pasamos unas horas geniales, muy divertidas. Cuando volví a mi Tortuga, me encontré que Guiome me había dejado la tabla ahí. Aunque yo iba decidida a pegarme una siesta, me reactivé y decidí ponerme a separar el corcho de la cubierta de la madera antigua (la que estaba podrida). La tarea era ardua. Guiome me vio intentando separarla, y me ofreció su taller y herramientas. Qué fácil así! Muy amable por su parte. Dediqué toda la tarde a quitar con mucho cuidado la madera antigua con ayuda de un formón y un martillo.

Sobre las 20, Guiome cerraba "el chiringuito", así que dejé la tarea para terminarla al día siguiente. A la vuelta me volví a encontrar con Gilbert. Me quería enseñar en internet una tipo de estufa como la que él tenía guardada en un garaje. Me dijo que si me gustaba que me la regalaba, dado que él no se la iba a llevar en su viaje hacia el sur. Es una estufa de petróleo. Ideal para Alemania!! La verdad es que me venía a las mil maravillas! No supe cómo agradecérselo. Al día siguiente iríamos a buscarla. También me dijo que mientras yo estaba en el taller, se había pasado Didier buscándome. Al parecer le había hablado de mi a su familia, y su padre (piloto profesional de Peniches, que son unos barcos muy comunes que hay en estos canales) estaría interesado en venir junto con su novia y un amigo. Pero cuatro personas durmiendo en mi barco me parecían muchas... Mañana hablaré en cualquier caso con Didier. Hasta mañana!

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