martes, 11 de marzo de 2014

Nuevo año, nuevo destino.... ¡nueva aventura!

11-03-14. Y después de todas las incertidumbres profesionales, ya tenemos nuevo proyecto y nuevo destino.... ¡Montpellier! Qué alegría recibir esta oportunidad de regresar al Mediterráneo.

Comenzamos a planear nuestra ruta. Los tiempos tan ajustados no nos dan la opción de realizar la ruta que más deseábamos.... la de cruzar el Golfo de Vizcaya, recorrer el litoral portugués y llegar por el Mediterráneo a Montpellier. Esta ruta nos hubiera dado la oportunidad de volver a atravesar el Estrecho de Gibraltar, regresando a nuestras aguas y volviendo a ver viejos y queridos amigos. Miah no es buena amante de largas pasantías y calculamos que requeriríamos unos 3 meses para alcanzar nuestro destino.

Pero como digo, el tiempo es ajustado, y sólo disponemos de algo más de 1 mes para navegar. Por ello, hemos decidido recurrir de nuevo a los canales. Será una buena experiencia para recorrer el interior de Francia y atravesar otra gran capital europea con nuestro Tortuguita. ¡Rumbo a París!

La ruta la hemos planeado con la ayuda de una página web muy interesante y completa que bien puedo recomendar:

http://www.french-waterways.com/practicalities/dimensions.html

Nuestra idea es entrar en Dunkerke y navegar los canales hasta París. La idea es continuar por los canales más septentrionales (la ruta del Loira Central, la llamada "Burbonnais Route") hasta su unión en Chalon-sur-Saone con el río Saone (del que quedé enamorada en mi ascenso hacia Alemania en 2011). De ahí a Lyon y descender el Ródano hasta el mar. Estimamos aproximadamente unos 32 días de navegación tranquila. Cruzaremos 207 esclusas (como para quitarle a uno las ganas de volver a ver una esclusa jiji) y recorreremos algo más de 1400 km.

En relación a las cartas, utilizaremos las Fluviacarte (Navicarte):

http://www.fluviacarte.com/fr

En mi ascenso a Alemania resultaron de lo más útil, con información precisa y bien detallada. Por ello, repetiremos con estas.

La potencia super reducida de nuestro motorcito nos obliga a esperar hasta que baje la intensidad de las corrientes, especialmente en el Sena y el Ródano. Pero hay trabajo por hacer. ¡Manos a la obra!