viernes, 23 de diciembre de 2011

Las Navidades Nautico-Germanas



23.12.11. El espíritu navideño en el puerto de Bremerhaven es evidente en cada embarcación:

Muchas embarcaciones llevan árboles de Navidad en proa....



Ninguno falla en izar banderas de Papá Noel...



Y otros confunden estos términos e izan el árbol de navidad... ver para creer... (BRILLANTE!).

lunes, 5 de diciembre de 2011

Ya se va acercando el invierno...

04.12.11. Hace ya dos meses que estoy en Bremerhaven. Se encuentra justo en la desembocadura del río Wesser, a las puertas del Mar del Norte. Bremerhaven es la ciudad más grande de la costa septentrional alemana. Aunque no es una ciudad especialmente bonita, tiene una gran tradición marinera que le entra a uno por los poros.
Vista del "Mitte" (Centro) de Bremerhaven visto desde Tortuga. Al fondo, donde están todos los mástiles, está el puerto de veleros tradicionales. El edificio que parece un estadio es el "Klima Haus", un museo de lo más entretenido que simula cada uno de los climas por los que pasa el meridiano 8 (que pasa por Bremerhaven). Tiene grabaciones de personas que viven en estos climas explicando su cultura, sus tradiciones y su forma de vida.

El frío ya acecha. Cuando llegué al puerto, había muchos barquitos, que poco a poco han ido desapareciendo. Cada día, después del trabajo, al llegar al barco, echo en falta algún "vecino". Vamos quedando los que pasaremos el temido invierno en el agua. Y digo temido, porque aquí en Bremerhaven hay tradición de sacar los barcos a tierra durante el invierno, y pasar la temporada en el agua parece como una osadía únicamente atribuible a la locura. Pero la gente que viene de fuera bien parece saber que esto no es tan grave. Ya veremos cómo transcurre el invierno, y así podré confirmar una parte o la otra.

Esquema del toldo de proa.
Estos dos meses ha tocado preparase un poco para el invierno. En primer lugar, y aunque todavía hace mucho frío, he decidido invernar el motor. Pero durante este proceso, he tenido una desagradable sorpresa: al abrir el tapón del agua de refrigeración salieron muchos gases (del escape?) y el agua/refrigerante estaba sucia (con aceite?)= Problema. Pero bueno, ahora mismo no tengo pensado moverme. Tengo tiempo de mirar el problema con detenimiento. CeVacié todo el agua del motor. Preparado para el invierno! Segundo paso que he considerado importante ha sido aislar la cubierta, para mantener una capa "amortiguadora" de aire que me aisle cuando venga la nieve. Considerando las diversas opciones, al final he decidido por fabricar varios toldos que puedan servir para proteger del sol también en verano. Todo multiusos! Unos 4 días me llevó hacer el de proa. Traía un buen rollo de tela de España, y tenía la máquina de coser y buen hilo abordo, así que no supuso más problema/gasto. Sólo tuve que buscar más ollados metálicos, ya que abordo sólo tenía 10 que me sobraron de un antiguo trabajo. Así que ha resultado así. Pongo un diseño por si a alguien le interesa hacer algo similar. Creo que ha resultado bueno, porque los laterales se pueden recoger: protegen de la lluvia en invierno y se pueden recoger en verano. También ha tocado darle una buena capa de minio a la sentina.

Así quedó el toldo de proa. Quedará más ajustado cuando levante el mástil.
La zona de la cabina la he aislado con el toldo de la Zodiac, que al fin y al cabo sigue siendo un toldo que aislará la cubierta. Ahora tocará aislar la bañera. Estoy dándole muchas vueltas a este asunto, ya que, como decía antes, quiero que todo lo que haga sea multiusos y me valga si decido (que seguro que decidiré) volver a temperaturas más afables. ¿Qué hacer? La gente aquí se manda construir unos "igloos" para la bañera, pero yo veo esto poco útil para el Mediterráneo. Así que mi idea es aguantar con toldos tipo "tienda" este invierno y pensar en construir un bimini mucho más grande que me cubra buena parte de la bañera y parte de los laterales, unirlo al antirrociones. Opino que así también ofrecerá mucha menos resistencia al viento, que aquí es bastante fuerte frecuentemente.

Por lo demás... todo parece ir bien. Viví la primera escarcha de la temporada a mediados de noviembre. Fui muy graciosa la sensación de escuchar el "crujir" de la escarcha al pisar la cubierta. Y cuidado al pisar el pantalán! A veces parece una pista de patinaje.

La primera escarcha de la temporada. Y no, esta foto no está tomada por la noche, sino a mediodía.
Pues nada, ya iré contando qué tal continua el invierno. Al parecer el año pasado tuvieron 20cm de hielo en el puerto, y se podía cruzar la marina "a pie". En cualquier caso esto me parece difícil, ya que los "pilotos" salen y entran del puerto para guiar a los mercantes al Fisheraihaven. Y esto lo hacen a todas horas. Cómo se puede congelar un puerto con tanto tráfico? Ya veremos... Y digo ya veremos porque lo más gracioso que tiene este puerto es que tiene Webcam, y tengo la oportunidad de echar un vistazo al Tortuguita cuando estoy fuera :)

Saludos!

sábado, 15 de octubre de 2011

Las Historias del Buho

Si os gustan las historias y los cuentos, aquí teneis una magnífica web de un amante del mar. Espero que la disfruteis tanto como lo hago yo.

http://lashistoriasdelbuho.blogspot.com/

miércoles, 12 de octubre de 2011

Xenia II

El blog de Martin Schiller, compañero del AWI (pronto vecino del Im-Jaich Marina) y capitán del Xenia II, un Halberg-Rassy 38 de bandera alemana. No os lo perdais!

http://xenia2.de/


martes, 11 de octubre de 2011

Just do it

Aquí teneis la magnífica historia de una pareja encantadora, capitanes del "Just do it", que dieron la vuelta al mundo en su velero! Sin desperdicio...

sy-justdoit.de

sábado, 8 de octubre de 2011

Día 76: Destino Final, Im-Jaich Marina de Bremerhaven

Bajando al Tortuga del camión.

Metiendo al Tortuga de nuevo en el agua.
Entrando en el agua en el Fishereihaven de Bremerhaven.

Esperando en el Fishereihaven a que calmara la corriente.
Saliendo de la esclusa del Fishereihaven, dirección al río.
En la esclusa del nuevo puerto. Nuestra última esclusa del viaje.
Tortuguita en el Im-Jaich Marina de Bremerhaven. Final del viaje.
4.10.11. Sobre las 7 bajamos a desayunar y sobre las 8 estábamos saliendo hacia el puerto pesquero. Apenas aparcamos, apareció Klaus con Tortuga. Qué alegría! Todo estaba bien, y el viaje había ido sin contratiempos. Fui a hablar con Inselman, quien nos bajaría al agua. Nos dijo que nos daba un poco de tiempo para prepararnos y que enseguida nos echaba al agua. Apenas me dio tiempo a preparar todo! Sólo el tiempo para echar las defensas y preparar los cabos. También limpié la entrada de agua del motor, que tenía mucho "caracolillo". En apenas 15 minutos estabamos en el agua. Le pedí tiempo para purgar el aire de la estopa y arranqué motor. Cuando vi que todo estaba bien, nos libró de las "bragas" y atracamos frente al local de Inselman. Arreglamos cuentas e hicimos tiempo hasta la tarde, cuando pasaríamos la esclusa y saldríamos al río sin peligro de corrientes. Nos dio tiempo a montar el arco, los paneles solares y dejar todo como estaba. Incluso nos dio tiempo a ir a comer al puerto pesquero. Nos tomamos unos mejillones con salsa de tomate y ajo que estaban de MUERTE! Y de vuelta al barco, sobre las 13:15, llamé a la esclusa del Fishereihaven. Aunque el contramaestre del Im-jaich nos dijo que habría sólo a las "en punto" en dirección de salida, el esclusier nos dijo que podíamos entrar con otro velero y un mercante llamado "Askania". Cuando llegamos vimos las luces verdes del semáforo y entramos directamente. Los del velero (llamado "Capuccino"), nos ofrecieron abarloarnos a ellos, lo cual nos facilitó enormemente la maniobra. ¡Muchas gracias! Eran muy simpáticos los 3 tripulantes. Uno de ellos nos dijo que había navegado muchos años los canales, y otros tantos años en un velero como Tortuga! Qué ilusión! Reconocieron a Tortuga enseguida! Con lo raro que parece... y aquí, es un barco bastante común... Mi Tortuga regresa a "sus aguas" de origen! Les comentamos que no llevábamos las cartas de la zona, y dado que ellos también iban a Im-Jaich, les seguimos. Apenas encontramos corriente en el Río Wesser, y entramos fácilmente en la segunda esclusa, la que accedía al puerto nuevo. Ellos atracaron al fondo, y nosotros justo detrás. Uno de los tripulantes del Capuccino que había bajado para amarrar, aprovechó y también nos cogió nuestras amarras. ¡Gracias de nuevo! En apenas 10 minutos, ascendidos los 2 metros de desnivel y accedimos al nuevo puerto. Atracamos cerquita del Capuccino, justo donde el contramaestre sugirió que amarráramos para evitar en lo máximo posible los fríos vientos del invierno alemán. De nuevo nos ayudaron en la maniobra. Y ya estábamos en nuestro puerto de invernada...

Aquí acababa el viaje, al menos hasta el año que viene... Por una parte tenía sensación de alegría por finalizar un viaje, un viaje increíble, maravillo, donde he visto unos paisajes para recordar toda la vida y he conocido a personas increíbles cuya amistad espero conservar siempre (Pedro & Azu, Gilbert, Jöelle, Bob & Berkeley...). Siento mucha satisfacción y estoy muy contenta de haber tenido la oportunidad de recorrer 1400 de las 1800 millas que separan Sevilla de Bremerhaven. Y por otra parte un poco de tristeza de que la navegación acabe por lo que queda de año. Ahora toca adaptarse al frío alemán, invernar el motor y preparar el barco para la nieve. No será fácil, pero una aventura al fin y al cabo ¿no?...

Día 75: Llegada a Bremerhaven

3.10.11. Nos levantamos tempranito y sobre las 8 nos echamos de nuevo a la carretera. Condujimos toda la mañana, y sobre las 14:00 decidimos parar en la primera estación de servicio que vimos. Y justo cuando nos preguntábamos por dónde andaría ya Tortuga... ahí lo vimos aparcado!!! Entramos y vimos a Klaus. Nos dijo que a él le pilló el mismo atasco que a nosotros, pero que él se lo comió entero. Comimos los 3 juntos y enseguida continuamos camino. Estábamos a sólo 2 horas de Bremerhaven. Él haría noche en una estación de servicio cercana a Bremerhaven y nosotros en el hotel del puerto donde pasaríamos el invierno... Llegamos sobre las 16:00. Dejamos el equipaje en la habitación y hablamos con el contramaestre del puerto (quien nos encontró la compañía más barata de camión!) para que nos explicara cómo entrar en el puerto desde el Fishereihaven (donde estaba la grúa y donde bajaríamos al Tortuga al agua). Nos dijo que debíamos pasar dos esclusas: salir por la esclusa del Fishereihaven, salir al río y entrar de nuevo al puerto nuevo por otra esclusa. Nos dio el número de los canales por los que comunicarnos y nos avisó que la corriente sería muy fuerte en el río (de unos 4 nudos). ¡Esto es un problema! Tortuga no podría combatir esa corriente! La única opción sería esperar hasta que la corriente aflojara, con el cambio de marea, lo cual ocurriría a las 14.00. Así que así hiríamos. Fuimos por la tarde con el coche a mirar dónde exactamente bajarían al Tortuga al agua. No nos costó encontrarlo, dado que el único "travel" que había en el puerto destacaba. Luego fuimos a buscar una buena "Franciskaner" de barril y algo que cenar... Mañana sería otro día interesante, y el fin del viaje... Casi daba hasta pena...

Día 74: El inicio del viaje en camión de Tortuga...

Enfilando la entrada al Canal de Borgogne.

Entrada a la esclusa de entrada al canal de Borgogne
¡El agua entraba como una cascada!

Después de tomarnos los datos, nos dieron luz verde...
Sacando a Tortuguita del agua con Blanchart.
Subiendo a Tortuga en el camión.
Ahora tocaba subir y terminar de estibar todo...
Y listos para el viaje!
2.10.11. Nos levantamos bien tempranito, desayunamos y fuimos a hablar con Blanchart. En principio habíamos acordado sacar a Tortuga del agua por la tarde, pero ya que estaba Klaus ya preparado, ¿podríamos sacarlo por la mañana? No había problema. Así que volvimos y navegamos hacia la esclusa. Todo fue genial, y la pasamos sin mayor complicación. Esta esclusa era manual, y el agua entraba en el foso como si fuera una cascada... daba un poco de mal rollo, pero todo fue bien... Entramos en la marina de Blanchart y vimos a Klaus con su camión preparado para recibir al Tortuga... La grua de Blanchart también estaba preparada y tenía las "bragas" ya en el agua para subirnos. Nos hicieron señas para que entraramos directamente, pero había una pequeña motora justo en el sitio que necesitaba para entrar. No parecía que tuvieran mucha prisa en moverse, así que nos tocó cambiar rápidamente toda la maniobra para entrar por un pequeño espacio que teníamos a babor. Pero el sitio era tan pequeño que casi rompo las antenas del mástil contra una peniche que había atracada justo al lado. Suerte que un hombre que estaba viendo la maniobra se subió a la pèniche y nos ayudó con el tema antenas. Entramos en las bragas y papi y yo bajamos para colocarlas en su sitio. Cuando estaban colocadas, le dimos una señal a Blanchart y subió al Tortuga al camión en escasos 5 minutos. Ahora le tocaba a Klaus trabajar, ajustando la cama al Tortuga. Le llevó un buen rato esta tarea, y cuando lo hubo terminado todo, nos sacó una escalera para que pudiéramos subir y terminar de estibar todas las cosas para el viaje. Esto nos llevó un par de horas... guardar defensas, guardar cabos y toldos, estibar bien el interior (pensando no en el movimiento habitual del barco, claro está, sino en el de acelerar y frenar). Apagué también la nevera para asegurar que tuviéramos batería suficiente para arracar cuando llegáramos el miércoles a Bremerhaven. Y cuando hubimos acabado todo, Klaus sacó una cinta métrica para asegurar que el barco pasara bajo los puentes, y lamentablemente, después de todo el trabajo, no iba a pasar, por 10 cm!! Teníamos que desmontar el arco de popa por completo. Menos mal que decidí hacerlo desmontable!! Así que lo desmontamos rápidamente y lo estibamos sobre la cubierta con unas bridas de plástico tamaño XXXXL que trajo Klaus. Y así empezó el viaje del Tortuga por carretera. Dado que hoy es festivo en Alemania, Klaus pararía en Mulhaus, cerca de la frontera alemana, hasta las 22:00, cuando ya permitían circular. Luego pararía para la noche a las afueras de Frankfurt y al día siguiente por la noche llegaría a Bremerhaven. Klaus nos recomendó que en lugar de seguirle, sería mejor (más rápido para nosotros), ir por Luxemburgo, así que así hicimos. Cerca de Metz, nos pilló un atasco increíble! El GPS predecía unos 45 minutos, pero probablemente fueran muchos más, así que hicimos noche en un pueblo que se llama Pont a Mousson, donde había una antigua abadía convertida en hotel! Un pueblo precioso, y el hotel INCREIBLE. Pudimos cenar y tomarnos unas cervezas en la plaza del pueblo. Mañana llegaríamos a Bremerhaven...

Día 73: Llegada en coche a Saint-Jean-de-Losne

Klaus y yo. Había que ver qué cosas había que quitar...
Panales desmontados y trabajando para estibar todo.
1.10.11. Y ya nos pilló Octubre. Hoy mi papi y yo llegamos con el coche a St-Jean-de-Losne. Ahí estaba Tortuguita esperándonos. Estaba LLENO de telarañas!! Parecía que hubiera estado abandonado por MESES! Y sólo han pasado 5 días! Este puerto está lleno de arañas... están por todos lados. Mi pobre planta agonizaba en la cubierta... lo cual bien me apuntaron mis vecinos de barco (unos irlandeses con quien hice buenas migas a la llegada) (mi pregunta era... si se habían dado cuenta de que mi planta agonizaba... no podrían haberle echado un poco de agua??). Nos comentaron que había hecho un calor muy fuerte e inusual los días pasados. Dejamos nuestro equipaje y pronto llamó el conductor del camión diciendo que pasaría allí en el puerto el fin de semana completo, dado que el sábado por la noche ya no se puede conducir, el domingo tampoco y el lunes más de lo mismo por ser festivo en Alemania. Fuimos a buscarle a la marina seca. Le encontramos fácilmente por el enorme camión que trajo. El hombre se llamaba Klaus, y era muy simpático. Le llevamos a ver el barco para que  nos orientara de qué cosas debíamos de quitar por seguridad... Nos dijo de desmontar los paneles solares y los toldos. También debíamos de amarrar muy bien la embarcación auxiliar, la bici y meter todo lo demás o bien en la bañera o en el interior. Luego volvimos juntos a la marina Blanchart (donde nos sacarían a Tortuga del agua). Está muy cerca de H2O (donde estábamos atracados), pero había que pasar la esclusa de entrada al canal de Borgogne, así que fuimos a hablar con el esclusier para asegurar que hubiera calado suficiente y aclarar si tenía que pagar (mi vignette de los canales se había caducado el día 28 de septiembre). El esclusier muy amablemente nos resolvió todas las dudas, y nos dijo que si sólo ibamos a Blanchart, no había que pagar. Así que volvimos al camión y Klaus nos invitó a una copita de vino. De allí mi papi y yo fuimos a arreglar las cosas en el barco y desmontar lo que había que desmontar, y más tarde iríamos a tomar unas cervezas y a cenar al pueblo con Klaus. Estuvimos hablando con él. Llevaba toda su vida llevando caminiones y llevaba 6 años trabajando para la empresa, que se dedicaba exclusivamente a transportar barcos. Pasamos una tarde muy agradable, y con más cervezas encima de las que debíamos nos volvimos para el barco. Al día siguiente tendríamos mucho jaleo y tocaba descansar!.

Día 71: Viajando en tren a Lyon...

26.09.11. A partir de ahora toca evaluar qué hacer. La situación es la siguiente: para llegar a Alemania tocaría pasar al Canal du Rhône au Rhine, que tiene una restricción de calado de 1,80m (todas las embarcaciones que calen más tienen prohibida la entrada). Tortuga cala (según papeles 1,77 en agua de mar). Dado que la flotabilidad en agua dulce es menor, seguro que llega a 1,80. Así que hay dos opciones: o dejar a Tortuga aquí en Saint Jean de Losne hasta el verano que viene y navegar un poco más o subirlo en camión hasta Bremerhaven. Teniendo en cuenta que tengo mi vida abordo y que igualmente no parece que vaya a poder continuar navegando por los canales a no ser que sea deshaciendo el camino, decidimos la opción del camión. Habiendo tenido esta opción en mente, ya teníamos apalabrada la opción con una empresa alemana. Así que Joelle volvió hoy para su casa a primera hora de la mañana y yo aproveché también para volver a España unos días hasta que acalaráramos el tema con el camión. Sobre las 8 de la tarde tomé un tren a Lyon donde haría noche. Mañana tomaré un vuelo a Madrid y volveré con el coche a Sain Jean de Losne la semana que viene, a tiempo de que viniera el camión a recoger a Tortuguita...

viernes, 30 de septiembre de 2011

Día 70: Gergy (PK160) - Saint Jean de Losne (PK214)

Amanecer en Gergy.
Pronto nos volvió a cazar la niebla...
Pero la niebla se levantó y dio paso a un día veraniego.
En la esclusa de Ecuelles.
Llegando a Seurre.
Entrando en la marina H2O.
26.09.11. Nos levantamos sobre las 7 y volvimos a encontrar una niebla muy densa, como los días anteriores, que no nos permitió salir hasta las 8.00. Pero sobre el PK 163, la niebla nos volvió a cazar, y de nuevo tuvimos que optar por la opción de lanzar señales acústicas y advertir por la emisora. Llegamos a nuestra penúltima esclusa, nos encontramos una pèniche enorme que venía hacia nosotros, pero enseguida nos vio. El piloto de esta pèniche nos hizo señas de que no encontraríamos más embarcaciones más adelante, por lo que nos quedamos más tranquilas, sobre todo sabiendo que esta parte del Saône era bastante estrecha. Llegamos a la esclusa de Ecuelles, y nos dijeron que salían dos embarcaciones grandes dirección sur. Ya nos habíamos encontrado con estos cargueros varias veces, subiendo y bajando el río. Parecía que ya nos conocían, y nos saludaron con bastante estusiasmo! Tuvimos que esperar para cruzar la esclusa unos 10 minutos, y sin ninguna dificultad pudimos quedarnos "al pairo" hasta que la luz verde nos dio permiso para acceder. Esta esclusa supone el límite entre dos "departamentos" o "provincias" francesas. Estábamos pasando al departamento de Cote d'Or. De nuevo, como veníamos encontrando días atrás, esta zona presentaba grandes extensiones de campos cultivados con maíz y otras donde pastaban vacas y toros. Sobre las 13.00 llegamos a Seurre, donde estaba nuestra última esclusa del Saône. Esta esclusa de Seurre daba acceso al canal/desviación del mismo nombre. En lugar de continuar por el cauce natural del Saône (que tiene muchos meandros), se puede continuar por esta desviación, que acorta el viaje unos 20 km. Tuvimos que esperar unos 10 minutos y accedimos junto con una motora. En apenas media hora estabamos saliendo en dirección a Saint-Jean-de-Losne. La desviación tiene una longitud de unos 9 kilómetros y es completamente artificial. También es bastante estrecha, por lo que teníamos que tener cuidado con los cruceros y pèniches que nos encontrábamos. En cualquier caso había mucha profundidad incluso cerca del muro, por lo que nos podíamos apartar del camino de las embarcaciones más grandes sin miedo a encallar. Y finalmente, sobre las 14:00 llegamos a H2O, el puerto donde Joelle desembarcaría. No respondían a la emisora, por lo que me obligaron a llamarles por teléfono. Les recordé que tenía un amarre reservado para unos días, y me dijeron que accediéramos por "el puente de piedra" que accede al canal de Borgogne, y en lugar de pasar la esclusa, tomáramos el ramal de estribor. Nos habían dado el atraque A21. Cualquiera sabía donde estaba eso! Asumimos que habría un marinero indicándonos. Además, nos dijeron que calábamos demasiado para el puerto! (entonces por qué aceptaron mi reserva?). Dijeron que sólo había 1,70m de profundidad debajo del puente (Tortuga cala 1,77), pero que pensaban que no tendríamos problema. Debíamos de darle fuerte al motor, ya que el fondo era barro y pasaríamos. ¿¿¿¡¡¡CÓMO!!!?? A mi esto me pareció de locos, pero bueno... No seguí en absoluto su consejo, y fui despacito despacito atenta a la sonda. Noté como Tortuga tocaba fondo, pero sólo suavemente, así que seguí adelante y finalmente pudimos pasar el puente y entrar en la marina. Y ahora, dónde se supone que estaba el atraque A21? No había marinero alguno a la vista. Vimos a un hombre sobre una embarcación y le preguntamos... y muy amablemente nos indicó qué atraque era. Amarramos y tras hacer todos los papeleos nos dedicamos a recoger. Mañana Joelle cogería un tren de vuelta a Montpellier. A modo de despedida salimos a cenar al pueblo. Sólo había dos bares. Uno de ellos cerraba a las 9, así que cenamos en el otro. Muy agradable, junto al río. Los dueños muy amables y pasamos una tarde/noche estupenda. Voy a echar de menos a Joelle. Ha sido una "compañera de aventuras" FANTÁSTICA!


    • Distancia recorrida: 25 nm
    • Tiempo aproximado: 6 h
    • Número de esclusas: 2
    • Distancia total recorrida: 1330 nm
    • Tripulación: Joelle


                                                                                                                         

Día 69: Tournus (PK112) - Gergy (PK160)

Dos grandes cruceros atracados con nosotros en Tournus.
Y por fin salió el sol en Tournus...
El crucero cabía justito en la esclusa.
25.09.11. Al igual que los días anteriores, nos levantamos temprano, pero de nuevo volvimos a encontrar una densa niebla. Había que esperar. Encontramos que durante la noche habían antracado con nosotros importantes cruceros, de los que veíamos continuamente subiendo y bajando el río. Por fin sobre las 9 decidimos salir, pero unos pocos kilómetros más adelante volvimos a encontrar una niebla impracticable. Apenas veíamos las orillas. Nos quedamos "al pairo" unos minutos, pero al final decidimos continuar, siempre procurando estar en el centro. Nos pasaron los dos cruceros que estaban atracados con nosotros en Tournus y otra embarcación más pequeña. Dábamos señales acústicas para avisar a las embarcaciones más pequeñas, y por la emisora lanzábamos mensajes informando a las embarcaciones más grandes de nuestra posición y nuestra vibilidad reducida. Y por fin llegamos a la esclusa deOrmes. Casi no la veíamos con la niebla. Había pasado ya el primer crucero y nosotros pasamos la esclusa con el segundo crucero y la otra embarcación. Era impresionante, porque el crucero pasaba tan justo que apenas cabía una defensa entre los muros y el crucero. En apenas 20 minutos salimos de la esclusa y continuamos camino. Sobre las 13:30 estábamos pasando por el centro de un precioso pueblo llamado Chalon sur Saône. Esta ciudad tiene mucha historia. Decía la guía que aquí Julio César estableció la base para la distribución de recursos al resto del territorio, y durante la Edad Media fue una ciudad muy frecuentada por mercaderes de toda Europa. Y tenía una marina de lo más bonita, que se accedía pasando por debajo de un puente de piedra! Llegamos sobre las 15:35 al pantalán de Gergy, que cobraban 3,5 euros por pasar la noche. Parecía razonable! Yo me dediqué a sellar una de las ventanas (por las que vi que entraba agua) mientras Joelle fue a dar una vuelta por el pueblo. Luego cenita y  a disfrutar de las vistas del Saône con un buen vino local!

Una preciosa casa en Chalon sur Saône.

    • Distancia recorrida: 25 nm
    • Tiempo aproximado: 6.5 h
    • Número de esclusas: 1
    • Distancia total recorrida: 1305 nm
    • Tripulación: Joelle


El Saône, llegando a Gergy
Atracados en Gergy
                                                                                                                         

Día 68: Montmerle (PK51) - Tournus (PK112).

El Saône está salpicado de pequeñas islas
Encontramos continuamente grandes caserones y granjas.
El "quai public" de Tournus... Estaba lleno y tuvimos que abarloarnos.
La "fromagerie-cremerie". ¡De cuento!
24.09.11. Cuando nos despertamos encontramos una niebla de lo más espesa. Teníamos que hacer tiempo. No era posible, ni seguro ni legal navegar en estas condiciones. así que le dediqué un poco de tiempo a mimar el motor. Sobre las 8:40 empezó a clarear el día, y los rayos de sol empezaron a quemar la bruma lo suficiente como para poder navegar. Fui a tirar la basura y cuando volví, Joelle estaba hablando con un pescador. Es cierto que lo primero de lo que hablan los franceses es del tiempo! El hombre también comentaba que Montmerle tiene unos 2,800 habitantes, que nos aseguraba que encontraríamos unos días muy agradables hasta llegar a nuestro destino, Saint-Jean-de-Losne. Después de despedirnos del simpático pescador, largamos amarras sobre las 8:50. Encontramos muchos pescadores, algunos en pequeñas barcas, otros con vadeadores, y otros que habían venido en coche y pescaban desde las orillas en sillas de camping. El día pasó con mucha tranquilidad. No había nada de corriente, así que hacíamos una velocidad de unos 4 nudos. Sobre las 10:00 llegamos a la esclusa. La luz estaba roja y verde así que no nos molestamos en amarrar. En cuanto el esclusier nos vió desde su oficina, nos dijo por la emisora que se disponía a abrirnos. Pasamos sin problema alguno. Cada vez lo hacíamos mejor... Pronto subimos los 2.90 metros de desnivel y salimos para retomar nuestro camino. Sobre las 15:00 ya estábamos en el PK97 y sobre las 17:00 llegamos a Tournus, donde haríamos noche. Un precioso pueblo medieval! En el centro del pueblo había una preciosa abadía. Encontramos un cartel que nos sugería recorrer una "ruta turística" por la ciudad, que nos llevaba por una de las principales calles peatonales, por el ayuntamiento y hasta la abadía. En esta calle peatonal encontramos una boutique de quesos (una "fromagerie-cremerie". ¡Parecía de cuento, decorada con objetos suizos como zuecos y cencerros de vacas! Nos atendieron de manera genial, y nos dedicaron tanto tiempo que la gente que esperaba empezaba a ponernos caras... Les comentamos qué tipo de quesos buscábamos, y nos aconsejaron 3 de ellos, que nos envolvieron como si fueran joyas. Yo, actuando a la perfección en mi papel de "turista tonta" saqué mil fotos... La gente se reía, pero yo me fui feliz con mis quesos y mis fotos... Fue una tarde genial paseando por la ciudad... ¡A ver qué nos espera mañana!


    • Distancia recorrida: 32 nm
    • Tiempo aproximado: 8 h
    • Número de esclusas: 1
    • Distancia total recorrida: 1280 nm
    • Tripulación: Joelle


                                                                                                                         

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Día 67: Lyon (PK3) - Montmerle (PK51)

Iglesia de San Jorge, vista según salíamos de Lyon.
Dejamos atrás Lyon...
Vista de la Isla de Barbe desde el sur.
23.09.11. Sobre las 7:45 volvimos a poner rumbo N por el Saône. Éramos testigos de la actividad  diaria de la ciudad. Pero éramos completamente ajenos a ella, al menos por una semana más. Pronto dejamos atrás Lyon. El Saône no tenía tanta corriente como el Rhône, y hacíamos una velocidad de 4 nudos. Sobre las 10:15 estábamos llegando a nuestra primera esclusa (Couzon). Estas esclusas del Saône eran más simples que las del Rhône, y no tenían bolardos flotantes, sino dos o tres crucetas. Joelle decidió subir por la escalera con los cabos, y amarramos en la superficie. Vino el esclusier y nos dijo que así estaba bien, pero que era mejor amarrar en las crucetas. Así que a la próxima vez lo intentaríamos en las crucetas. Cuando se estaban cerrando las puertas, volvimos a oir al Elisabeth llamar a la esclusa, y tal como pasó ayer, el esclusier decidió esperarles. Las puertas se volvieron a abrir y ellos a los pocos minutos entraron con nosotros. Vimos cómo amarraban. Tiraron un cabo de su través a la primera cruceta, y otro a la segunda. Así también lo podríamos hacer nosotros... aunque tendríamos que echar 4 cabos en nuestro caso... sería como amarrar a dos bolardos a la vez. Así lo intentaríamos la próxima vez. En cualquier caso, todo fue genial y sin mayor complicación.  Sobre las 15:30, llegamos al Halte Fluvial de Montmerle, donde dicidimos hacer noche. Tuvimos la oportunidad de ver un poco la ciudad y disfrutar de una preciosa tarde... ¿Dónde nos llevará el Saône mañana?


    • Distancia recorrida: 24 nm
    • Tiempo aproximado: 8 h
    • Número de esclusas: 1
    • Distancia total recorrida: 1248 nm
    • Tripulación: Joelle


Vista de la Isla del Barbe (desde el N)
Tortuga atracado en el muelle de Montmerle.
Vista del Saòne desde Montmerle.
                                                                                                                         

Día 66: Les Roches de Condrieu (PK42 del Rhône) - Lyon (PK 3 del Saône)

Encontramos una bruma que le daba un toque místico al Rhône.
Entrando a la penúltima esclusa del Rhône: Vaugris.
22.09.11. Nos levantamos sobre las 6:30. Desayunamos y yo revisé, como habitualmente, el motor. Todo bien. Fuimos a asearnos y a las 7:30 estábamos largando amarras. Apenas había corriente y nada de viento, así que estábamos haciendo una velocidad de 3.6 nudos con el motor a 2100 rpm. Aún no había salido el sol, pero el día estaba claro. Una fina bruma flotaba sobre la superficie del agua dándole un aire místico al Rhône, que en esta zona tenía unas riberas bien frondosas. Llegamos a nuestra primera esclusa del día sobre las 9:00. Era la esclusa de Vaugris. Según nos aproximamos, vimos la luz verde del semáforo, así que entramos directamente. Entramos y amarramos sin ninguna complicación. ¡Hacíamos un buen equipo!
Iglesia cerca de Givors.
Cuando estaban cerrando la puerta de la esclusa, escuchamos a "Elisabeth" llamando al esclusier, quien decidió esperarles y volvió a abrir las puertas. Atracaron a nuestra popa. ¡Buenos días, Elisabeth! Sobre las 9:30 estábamos saliendo de la esclusa. Hasta más tarde Elisabeth! Habíamos quedado en vernos en Lyon. Haríamos noche en el km 3 del Saône, en pleno centro de Lyon, donde Elisabeth sabía que se podía atracar sin problemas. Nuestra velocidad seguía oscilando entre 3.2 y 3.6 nudos. Había una suave brisa e hizo un sol estupendo, aunque el frío nos obligaba a llevar una chaqueta. En el PK23, nos encontramos en la orilla occidental del Rhône una pèniche gasolinera! De lo más divertido... y bonita también! Ya nos habíamos encontrado hasta el momento una pèniche discoteca, pèniche restaurante, pèniche hotel... y ahora... pèniche gasolinera!
Pasando por Vienne.
Una pèniche gasolinera...
Atracados en Lyon.
Continuamos sin mayor problema. Nos pasaron varias pèniche y un par de cruceros de pasajeros. Y finalmente, sobre las 14:40, llegamos a nuestra última esclusa del Rhône: la esclusa de Pierre-Benite. Cuando llegamos a la esclusa, el semáforo estaba en rojo. Tuvimos que esperar unos 15 minutos antes de poder entrar. Entramos y amarramos casi a la perfección ya! El esclusier se asomó por la ventana de la oficina y nos gritó algo, pero no entendimos, así que le llamamos por la radio preguntándole por la radio si quería algo en particular, pero no volvió a responder. Mientras ibamos subiendo, ibamos leyendo la historia de la esclusa en la guía. Es bastante nueva! Fue construida en 1966, y ha permitido ganar unas 500ha de terreno al río, donde se han construido muchas empresas e industrias, que al parecer han impulsado económicamente a Lyon hasta hacerla la 3ª ciudad más importante de Francia!Recorrimos con toda tranquilidad los 4 km que nos separaban de la unión entre el Rhône y el Saône. Llegamos sobre las 16:00. Nos adentramos en el centro de Lyon, y como hablamos, sobre el km 3 del Saône entramos al "Elisabeth" atracado en el muelle oriental. Había un sitio libre entre Elisabeth y una pèniche. Los holandeses no estaban, así que los de la de pèniche nos ayudaron a atracar. Cerramos el barco y fuimos a ver la ciudad. Vimos la Catedral de San Jorge y subimos hasta la zona de ruinas romanas desde la que tuvimos unas vistas geniales de la ciudad. Lyon es una ciudad realmente bonita, y especialmente llamativa al tener tanto el Rhône como el Saône cruzándola. Aprovechamos para hacer un poco de compra. Había muchas tiendas de guiñoles! Al parecer los guiñoles son originarios de Lyon! Mañana continuaríamos navegando el Saône...


    • Distancia recorrida: 24 nm
    • Tiempo aproximado: 8 h
    • Número de esclusas: 2
    • Distancia total recorrida: 1222 nm
    • Tripulación: Joelle


Tienda/museo de Guiñoles.
Vista de Lyon