Tras retrasar un día nuestra partida a causa del mal tiempo, iniciamos nuestra aventura de regreso al sur. La mañana transcurrió tranquila ya que teníamos prácticamente todo preparado para el día anterior. Vecinos y amigos vinieron a desearnos buena travesía, y a las 11.30 llamamos a la esclusa de Neuerhafen para salir al río. La partida fue muy emotiva, ya que muchos de nuestros vecinos estaban a bordo de sus respectivos barcos, despidiéndose y haciendo sonar sus bocinas. En torno a las 12.00 se nos abrían las compuertas de la esclusa y salimos al río con la pleamar.
| Fabrice encargado de las amarras en la esclusa. |
| Abandonamos Neuerhafen después de casi 2 años |
| Al través del famoso faro de Roter Sand |
| Miah paciente duerme durante la travesía |
| El faro de Wangerooge |
Hacia las 8 pasábamos por otro punto importante en el camino de acceso al puerto: el dique sumergido que corre de W a E desde la isla de Wangerooge. Señalizado con una baliza “cardinal W”, se nos obliga a pasar muy cerca de la playa de Spiekeroog, donde hay una colonia enorme de “seehunde” (focas), que hizo de la entrada un momento inolvidable.
| En la costa de Spiekeroog vermos una colonia de "seehunde". |
En torno a las 8.30 estábamos enfilando la entrada al puerto de Wangerooge. Amigos nos habían comentado que hay, a la entrada de Wangerooge, dos “arbolitos” (estructuras que consisten en un tronco fino y con una pequeña maraña de raíces que pueden estar orientadas hacia arriba o hacia abajo y que por estas zonas sustituyen a las boyas, sobre todo de acceso a puerto). Se nos comentó que debíamos de navegar lo más cerca posible de estos arbolitos. Pero justo junto a ellos, había una señal de navegar a 35m de la playa. Esto nos confundió un poco, y viendo lo cerca que estábamos de la playa, nos retiramos un poco y nos dimos el susto el día: la razón de pegarse a estos arbolitos es que hay lenguas de arena que invaden el canal de entrada al puerto desde el S y hacia el N, cruzando en perpendicular el canal de acceso. Por fortuna, la suave arena que hay en el fondo evitó que encalláramos. Entramos en puerto y nos dirigimos a la zona de “guests”, un único pantalán localizado al S del puerto donde los barcos en tránsito se abarloan para pasar la noche. Cada posición tenía 3 o 4 embarcaciones abarloadas, y nosotros hicimos lo propio después de dar una vuelta buscando sitio para atracar. Tras abarloarnos a otros 2 veleros a la entrada del puerto, fuimos a la casa del “hafenmeister”, aunque lo encontramos cerrada. Miah vino con nosotros, y como es habitual, se convirtió en la estrella del puerto. Según paseábamos por el pantalán, la gente murmuraba “Spanische Katze” (gato español). La gente sacaba fotos de Miah y los niños venían a intentar tocarla. Tras dejar el barco preparado para la jornada siguiente, cenamos y nos fuimos a la cama derrotados.
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Distancia recorrida: 39nm
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Tiempo aproximado: 10h
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Distancia total recorrida: 1448nm
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Tripulación: Fabrice y Miah
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