domingo, 4 de agosto de 2013

4-8-13. Bremerhaven-Wangerooge



Tras retrasar un día nuestra partida a causa del mal tiempo, iniciamos nuestra aventura de regreso al sur. La mañana transcurrió tranquila ya que teníamos prácticamente todo preparado para el día anterior. Vecinos y amigos vinieron a desearnos buena travesía, y a las 11.30 llamamos a la esclusa de Neuerhafen para salir al río. La partida fue muy emotiva, ya que muchos de nuestros vecinos estaban a bordo de sus respectivos barcos, despidiéndose y haciendo sonar sus bocinas. En torno a las 12.00 se nos abrían las compuertas de la esclusa y salimos al río con la pleamar. 
Fabrice encargado de las amarras en la esclusa.

Abandonamos Neuerhafen después de casi 2 años

Al través del famoso faro de Roter Sand
Miah paciente duerme durante la travesía
 La fuerte corriente del río nos llevó con facilidad hasta la desembocadura, aunque el viento (que no soplaba con el componente S esperado) no nos ayudaba demasiado. La travesía transcurrió tranquila, entre grandes cargueros que entraban y salían por el río. Hacia las 19.00 enfilábamos el canal de entrada a Wangerooge, que transcurre entre las islas de Wangerooge y Spiekeroog. Debimos de esperar hasta este momento, ya que justo a la entrada del canal, hay una zona de aguas bajas que deben de cruzarse como mínimo 2h tras la bajamar, para poder tener fondo suficiente y valernos de la corriente de marea que entra hacia el Mar de Watten. 

El faro de Wangerooge

 Hacia las 8 pasábamos por otro punto importante en el camino de acceso al puerto: el dique sumergido que corre de W a E desde la isla de Wangerooge. Señalizado con una baliza “cardinal W”, se nos obliga a pasar muy cerca de la playa de Spiekeroog, donde hay una colonia enorme de “seehunde” (focas), que hizo de la entrada un momento inolvidable. 

En la costa de Spiekeroog vermos una colonia de "seehunde".

En torno a las 8.30 estábamos enfilando la entrada al puerto de Wangerooge. Amigos nos habían comentado que hay, a la entrada de Wangerooge, dos “arbolitos” (estructuras que consisten en un tronco fino y con una pequeña maraña de raíces que pueden estar orientadas hacia arriba o hacia abajo y que por estas zonas sustituyen a las boyas, sobre todo de acceso a puerto). Se nos comentó que debíamos de navegar lo más cerca posible de estos arbolitos. Pero justo junto a ellos, había una señal de navegar a 35m de la playa. Esto nos confundió un poco, y viendo lo cerca que estábamos de la playa, nos retiramos un poco y nos dimos el susto el día: la razón de pegarse a estos arbolitos es que hay lenguas de arena que invaden el canal de entrada al puerto desde el S y hacia el N, cruzando en perpendicular el canal de acceso. Por fortuna, la suave arena que hay en el fondo evitó que encalláramos. Entramos en puerto y nos dirigimos a la zona de “guests”, un único pantalán localizado al S del puerto donde los barcos en tránsito se abarloan para pasar la noche. Cada posición tenía 3 o 4 embarcaciones abarloadas, y nosotros hicimos lo propio después de dar una vuelta buscando sitio para atracar. Tras abarloarnos a otros 2 veleros a la entrada del puerto, fuimos a la casa del “hafenmeister”, aunque lo encontramos cerrada. Miah vino con nosotros, y como es habitual, se convirtió en la estrella del puerto. Según paseábamos por el pantalán, la gente murmuraba “Spanische Katze” (gato español). La gente sacaba fotos de Miah y los niños venían a intentar tocarla. Tras dejar el barco preparado para la jornada siguiente, cenamos y nos fuimos a la cama derrotados.

·         Distancia recorrida: 39nm
·         Tiempo aproximado: 10h
·         Distancia total recorrida: 1448nm
·         Tripulación: Fabrice y Miah

0 comentarios:

Publicar un comentario