La llampuga que cayó en la liña. |
16-08-11. Sobre las 7:00 am llamé al marinero para repostar (y llené el tanque en previsión de que no haga nada de viento). Sobre las 7:30 estaba saliendo por la bocana. Pongo rumbo 050º para pasar el Cabo de Oropesa. El mar estaba rizado y el viento era de N con una velocidad de 6 nudos. Icé tanto la mayor como la génova aunque sólo me ayudaron a ganar un poco de estabilidad. Sobre las 9:30 el viento comenzó a rolar tímidamente al levante previsto, y sobre las 10:30 ya me encontraba frente a las costas de Alcosebre. Con el viento tan suave que soplaba, la velocidad era de 4.5 nudos. Eché la liña para pasar el rato. No tardé en pillar algo… era una llampuga!
Sobre las 12:00 ya estaba frente a Peñíscola. Hice por pasar bien cerquita de la costa, para disfrutar de las maravillosas vistas del peñón. Qué vistas! En los acantilados se veía la cueva por la que se puede acceder al Castillo desde el mar. Precioso!
Vista del Peñón de Peñíscola. |
La navegación transcurrió sin más sobresaltos y exactamente en las mismas condiciones. Hacía muchísimo calor, y empecé a encontrarme fatal. Entré hacia las 13:30 en el Club Náutico de Vinaroz. Cada vez me iba encontrando peor, completamente mareada y con un dolor de cabeza escandaloso! Me eché toda la tarde a ver si me recuperaba, pero no había forma. Hasta que no me di una ducha bien fría no mejoré. Conocí a mis vecinos de barco, una parejita super agradable. Pedro, Canario de “pura cepa” y Azucena, buena “Maña”. Y Linda, su perrita. Son patrones del “Little Home”, un “trawler” que llevan años reparando con mucho cariño. Me fui del tirón a la cama. Mañana sería otro día, pero creo que no para navegar…
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