jueves, 11 de agosto de 2011

Día 25: Santa Pola-Altea

Isla de Tabarca

Un arrastrero faenando frente a Benidorm
El Puerto de Altea
11-08-11. Hoy por fin he podido salir de Santa Pola. Madrugué para tener tiempo de preparar todo y salir tempranito. Devolví las tarjetas del pantalán y la toma de corriente a los marineros y pagué lo que debía de atraque. Sobre las 8:45 estaba saliendo por la bocana. Instalé las líneas de vida por si acaso debía de salir de la bañera con mala mar, pero por suerte no hicieron falta. Puse rumbo al canal de Tabarca, encontrándome hinchones considerables (muy probablemente por la mala mar del día anterior y de lo que se estaba “cociendo” en el norte de las Baleares). El viento, sorprendentemente, era del NE, con una velocidad de 6-7 nudos, por lo que enseguida desplegué las velas. Tras dejar la isla de Tabarca atrás, decidí abrirme unas 4 millas de la costa para poder navegar bien con el viento que reinaba rumbo a Altea. Sin embargo, el viento era tan variable y rolaba tan frecuentemente que se hacía difícil establecer un rumbo si quería emplear el viento que soplaba. Sobre las 11:00 ya estaba al través de Alicante. Para entonces el viento ya se había decidido a mantenerse de levante, con una intensidad también constante de 8-10 nudos. Perfecto! Sobre las 12:00 pasé el Cabo de las Huertas, con rumbo NE, ciñiendo al viento  y una velocidad media de 4.7 nudos. Durante la travesía pasé cerca de lo que parecía una bolsa de plástico. Sin embargo, cuando me fijé mejor vi un par de aletas entre lo que parecía la bolsa de plástico. Viré, solté todo y con el bichero en la mano me acerqué lentamente, decidida de liberar al pobre animal de la bolsa. Cual fue mi sorpresa cuando estaba encima que no se trataba de una bolsa de plástico, sino un pez luna “tomando el sol”. No pude evitar reirme en voz alta y continué camino. La travesía continuó sin más problema. Sobre las 16:00 estaba ya al través de Benidorm. Cuando salvaba el último cabo antes de enfilar Altea, la mar empezó a arreciar, y los hinchones ya superaban con creces el metro de altura. Decidí abrirme a la mar un poco más para luego poder entrar en Altea con la mar de popa. De este modo, la mar fue bastante cómoda y entré sin más problema en el puerto sobre las 17:30. Me asignaron el atraque P18, justo junto a la bocana. Las vistas son impresionantes. Hacia el mar, se ve una gradación de colores que maravillan: verde cerca de la costa y un azul intenso hacia alta mar, ambos separados por agua de color turquesa. Hacia tierra las vistas no son menos bonitas. Desde el puerto se puede apreciar cómo la catedral domina la ciudad desde la cumbre del monte. Ahora toca disfrutar de la ciudad y hacer un poco de turismo.
Una callecita del casco antiguo de Altea

    • Distancia recorrida: 41 nm
    • Tiempo aproximado: 9 horas
    • Distancia total recorrida: 538 nm
    • Tripulación: yo misma.

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