¡Nuestros mejores deseos para unas muy felices fiestas y una buena entrada de año!
~ Fabrice, Georgina y Miah
Este es el relato de una aventura, de una forma de vida. Vivo a bordo del velero "Illa Tortuga". Después de varios años trabajando en restaurarla, partí de mis "home-waters" en el Estrecho de Gibraltar hacia el Mar del Norte. Esta es mi historia...
miércoles, 24 de diciembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Aigues Mortes a Sète
21.09.14. Bien temprano llamamos de nuevos a la esclusa de Saint Gilles para tener las últimas noticias sobre las puertas que ayer encontramos cerradas. El esclusier muy amablemente nos dijo que las habían abierto ayer por la tarde así que encontraríamos "luz verde". ¡Qué buena noticia! No tuvimos prisa en partir de nuestro improvisado amarre a las afueras de Aigues Mortes y recorrimos los 40 km que nos separaban de Frontignan. Tras un día de lo más tranquilo, llegamos a Frontignan hacia las 15.30.
Justo a tiempo para hacer un pequeño descanso. No encontramos sitio para amarrar. Había 3 barcos de alquiler, la peniche holandesa "Artemis" además de una peniche hotel. Muy amablemente el capitán de la peniche nos permitió que nos abarloaramos a ellos. El puente levadizo de Frontignan abre únicamente dos veces al día (a las 8.30 y a las 16h) (atención, tienen preferencia las personas que se dirigen hacia el Etang de Thau).A las 16h tuvimos luz verde para pasar. En el otro sentido venía una embarcación de alquiler que se había lanzado hacia el puente como si la vida dependiera de ello, y lo mismo hizo otra embarcación de alquiler que se encontraba de nuestro lado. Increíble espectáculo que casi acabó en choque frontal. Finalmente todos pasamos para encontrar otro tanto número de embarcaciones esperando a cruzar en sentido contrario. El cierre de las compuertas muy probablemente había acumulado intenso tráfico en ambas direcciones.
Tranquilos recorrimos los 8km que nos separaban del Ethang de Thau. Ya teníamos a la vista el famoso Monte Saint Clair de Sète! Cuánta ilusión VER nuestro destino, que esperamos sería nuestro hogar por los próximos dos años. Seguimos el canal para acceder a las puertas de la ciudad, donde nos tocaría esperar unas horas hasta la abertura de los 5 puentes levadizos.
Para poder pasar Sète, hay unos horarios bien establecidos (y también unas reglas bien definidas), y que pueden consultarse aquí,
A las 19.10h, como previsto se abrieron los tres primeros puentes, y a las 19.25, los últimos dos.
¡Y se nos abrieron las puertas del Mediterráneo! ¡Ya estábamos aquí! La noche se nos echó encima y no fue fácil encontrar el amarre que nos habían asignado. Pero vaya satisfacción, poder sentarse en cubierta con estas magníficas vistas y después de los últimos días de infarto... poder decir: ¡lo habíamos conseguido!
Las "Portes de Virdoule", ¡por fin abiertas! |
Encontramos los "etangs" llenos de flamencos |
Artes de pesca entre los diques de los "etangs" |
Un "héron" en uno de los diques del canal. |
Tranquilos recorrimos los 8km que nos separaban del Ethang de Thau. Ya teníamos a la vista el famoso Monte Saint Clair de Sète! Cuánta ilusión VER nuestro destino, que esperamos sería nuestro hogar por los próximos dos años. Seguimos el canal para acceder a las puertas de la ciudad, donde nos tocaría esperar unas horas hasta la abertura de los 5 puentes levadizos.
Para poder pasar Sète, hay unos horarios bien establecidos (y también unas reglas bien definidas), y que pueden consultarse aquí,
A las 19.10h, como previsto se abrieron los tres primeros puentes, y a las 19.25, los últimos dos.
Llegada a Sète por el norte, con sus dos primeros puentes levadizos. |
Momento de la apertura de los dos primeros puentes de acceso a Sète |
Vista de Mont St Clair de Sète a nuestra llegada a puerto. ¡Fin de nuestro viaje! (por el momento) |
- Distancia recorrida: 31nm
- Distancia total recorrida: 2641nm
- Tiempo aproximado: 8h
sábado, 20 de septiembre de 2014
Gallicien-Aiguesmortes
20.9.14.
Con esperanza de llegar a Frontignan a las 16h (momento en el que abre su
puente levadizo) y a las 19h a Sète (momento en el que se abren sus puentes de
entrada a la ciudad), largamos amarras hacia las 9h. El día amaneció algo
nublado pero esperábamos tener un día agradable de sol. En apenas una hora y
media recorrimos los 12km que nos separaban de AiguesMortes y de las “Portes de
Virdoule”, unas compuertas tipo “guillotina” que se cierran en caso de fuertes
lluvias para evitar inundaciones en los pueblos más cercanos a las marismas.
Encontramos las puertas cerradas y el semáforo en rojo. ¿Y ahora? En las cartas
no había ni número de teléfono de contacto ni VHF. Decidimos llamar al
esclusier de St. Gilles para pedir información, y nos comentó que el día 18 se
había emitido un “avis a la batellerie” por lo que se cerraban las compuertas
hasta nuevo aviso. Sin embargo, nos dijo que probablemente se abrirían mañana.
Nuestro gozo en un pozo. Dimos media vuelta para encontrar otras tres
embarcaciones que esperaban pasar las compuertas. Les informamos de lo que nos
había dicho y nos dirigimos hacia AiguesMortes. El canal más occidental tenía
1.60m de calado. Con las fuertes lluvias podríamos haber entrado, pero no
quisimos arriesgarnos. Fuimos al canal oriental que normalmente tiene 1.80m,
pero para nuestra sorpresa, tocamos fondo apenas nos aproximamos a la entrada
del ramal. Decidimos amarrarnos a unos postes destinados a las embarcaciones
comerciales, justo a la entrada del ramal oriental de AiguesMortes. Miah
tendría todo el espacio para jugar ya que no había más que campos. ¡Nosotros
decidimos aprovechar el día y hacer turimos por AiguesMortes!
Caminando llegamos al centro de Aigues Mortes |
Escudo a la entrada de la ciudad |
Aigues Mortes es una ciudad completamente amurallada |
Regresamos al barco a última hora de la tarde. Encontramos a Miah vigilando el barco desde el muelle |
- Distancia recorrida: 11nm
- Distancia total recorrida: 2612nm
- Tiempo aproximado: 9.5h
- Nº esclusas: 0
- Nº total de esclusas: 212
viernes, 19 de septiembre de 2014
Avignon-Gallicien
19.9.14.
Nos despertamos temprano con la intención de partir no más tarde de las 9.
Queríamos adentrarnos hoy en el “Petit Rhône”. Mientras Fabrice fue a comprar
coissants al pueblo, el capitán pasó a despedirse. Le comenté que pasaríamos el
invierno en Sète. Ante esta información comentó que debíamos tener cuidado, que
toda la región estaba en “alerta naraja” por fuerte lluvias y tormentas y que
una riada en un pueblo cercano a Montpellier se había llevado la vida de 5
personas en un camping. Nada sabíamos ya que seguíamos sin TV y sin internet.
Sólo fue cuando largamos amarras que nos dimos cuenta de la fortísima corriente
que había en el ramal de Avignon, y que calculamos tenía unos 5 nudos. Sin
embargo, la corriente rápidamente se mitigó cuando re-entramos en el Rhône.
Todo fue bien hasta que llegamos a la esclusa de Beaucaire. ¡Nuestra última
esclusa en el Rhône! Atravesamos la esclusa con una pequeña Peniche holandesa
llamada “Artemis” y con la que compartiríamos viaje las próximas jornadas.
Descendimos los 15m de desnivel y continuamos nuestra navegación por el Rhône
pasando por Tarascon y su impresionante castillo. Justo delante, varias
Peniche-hotel habían fondeado o amarrado para permitir a sus pasajeros
disfrutar de estas increíbles vistas.
Pasando por Tarascon y su impresionante castillo |
En la otra orilla del canal, veíamos agua
caer en forma de cascada. ¡Era el Rhône! Su cauce natural, que corría por
nuestro estribor, desbordaba sus aguas en el canal que navegábamos. Hacia el
PK269, donde el cauce natural y el canal del Rhône se unían, encontramos los
problemas. La cantidad de agua que traía el cauce natural era verdaderamente
impresionante, y nuestra velocidad ascendió de 5 a 9 nudos. Esta tremenda
corriente hacía verdaderamente difícil controlar la embarcación, y cuando me desviaba
apenas unos grados de la dirección de la corriente, nos hacía virar de manera
incontrolada atravesándonos a la corriente. El agua además transportaba árboles
enteros, y grandes islotes de ramas y basura. Estos islotes y ramas iban tan
rápidos como nosotros, lo que significaba que nuestro motor apenas trabajaba
sobre esta tremenda corriente. Más rápido de lo que esperamos llegamos al PK
299, donde debíamos dejar el Rhône y adentrarnos en el Petit Rhône. La
inquietud nos inundó. La maniobra debía de ser muy suave para evitar
perder el control de Tortuga y no
acabar en la ribera de la intersección de ambos canales. Fabrice en la proa me
gritaba indicaciones y, aunque con las piernas temblando, nos adentramos en el
Petit-Rhône!
La
cantidad de islotes de ramas se hacían cada vez más difíciles de sortear debido
a que el canal era bastante estrecho en algunas zonas.
¡Logramos adentrarnos en el Petit Rhône! |
Los islotes de ramas se sucedían unos tras otros |
La corriente era algo
menor, por lo que habíamos recuperado algo de maniobrabilidad. Y cuando
creíamos que lo peor había pasado, vimos que el motor empezaba a calentarse.
¡Vaya momento! Difícil situación que requería intervención rápida. ¿Qué hacer?
Pasábamos por un pilón de los que indican los límites del canal navegable. Di
media vuelta y Fabrice pasó un cabo
para hacernos firmes al pilón. Rápidamente apagamos el motor y lo
dejamos enfriar. ¿Cuál había sido el problema? Teníamos un tapón de hojas y
ramas en el filtro de agua de refrigeración. Mientras yo limpiaba, Fabrice se
dedicaba en la proa a desviar de nuestro camino, con ayuda de un bichero, los
enormes troncos que venían hacia nosotros.
Fabrice se ocupaba de desviar la trayectoria de los troncos más grandes. |
Limpieza y a continuar viaje. No
queríamos estar con esta corriente y peligros ni un minuto más. Con un ojo
puesto en el sensor de temperatura del motor y el otro puesto en el horizonte,
llegamos a la esclusa de St. Gilles. ¡Por fin! Pero nadie respondía a la VHF.
Rápidamente les llamamos por teléfono y nos abrieron la esclusa. Esta última
etapa había sido terrorífica, pero habíamos llegado a la última esclusa de
nuestro viaje.
En la esclusa de Saint-Gilles. ¡La última de nuestro viaje! |
Sin ganas de continuar, le preguntamos al esclusier si podíamos
amarrarnos a los duques de alba de su esclusa. No tenía problema, pero nos
recomendó continuar hasta Gallician, donde había un pequeño puerto. Así que así
hicimos. Continuamos los 12km que nos separaban de este pequeño puerto en un
agua limpia de hojas y ramas, y disfrutando de las primeras vistas de la
“Camargue” francesa.
Tras el abrigo de la esclusa de Saint-Gilles... la calma después de la locura del Rhône. |
Caballos pastando en las marismas |
Llegamos hacia las 19h, y unos vecinos de barco muy
amablemente salieron a echarnos una mano con las amarras. ¡Vaya periplo el de
hoy! Nos tomamos una merecida cerveza con vistas a un cielo negro de tormenta
donde, una vez más, los rayos eran los protagonistas. ¡Vaya espectáculo!
- Distancia recorrida: 40nm
- Distancia total recorrida: 2601nm
- Tiempo aproximado: 9.5h
- Nº esclusas: 2
- Nº total de esclusas: 212
martes, 16 de septiembre de 2014
Chateneuf du Rhône a Avignon
Pasando la esclusa de Bollène |
16.09.14.
Madrugamos para partir a las 7.30 en dirección a Avignon. Nos esperaba una
jornada larga, pero podríamos dormir en la preciosa ciudad de Avignong.
Encontramos mucha niebla durante las primeras decenas de kilómetros. Al llegar
a la esclusa de Bollène (la de mayor desnivel de nuestro viaje y una de las más
grandes de Francia) coincidimos con todas las mismas embarcaciones con las que
cruzamos la esclusa de Chateneuf ayer. Con ellas y con una Peniche atravesamos
esta enorme esclusa de 23m de desnivel. Todo el mundo hacía fotos, tomaba
vídeos, y miraba para arriba ya que el espectáculo no era para menos. Todos
excepto Miah, que miraba para abajo impresionada de las burbujas que salían de
debajo del barco y derivadas del proceso de vaciado de la esclusa.
Hacia las
10.45 estábamos continuando nuestro camino.
El día
se despejó para dar paso a un calor sofocante. De Miah, desde la esclusa, no
supimos nada. Se metió debajo del dinghy para
evitar la solana. Sin embargo el paisaje era increíble. Pasamos varios
castillos, algunos de ellos en ruinas como el de Roquemaure.
Numerosos castillos en ruinas |
Algo
más tarde, en la esclusa de Caderousse volvimos todos a hacer convoy para
cruzar. Se unió al grupo una motora negra de Sète! Muy contentos les
preguntamos si efectivamente eran de Sète y les comentamos que era nuestro
destino final. Pareció hacernos más ilusión a nosotros que a ellos. El muelle
de espera para deportivos estaba lleno, y ellos estaban al pairo. Debido a que
se preveía un largo tiempo de espera, nos acostamos a uno de los duques de alba
destinados a las peniches. Todos pasamos y continuamos juntos viaje hasta la
esclusa de Avignon. Una Peniche hotel nos pasó entre ambas esclusas, y gracias
a su prioridad, entró primero en la esclusa. Quedaba sitio para 4 embarcaciones
deportivas. Nosotros llegamos en último lugar, así que quedamos fuera y tuvimos
de nuevo otro largo tiempo de espera hasta que la esclusa volvió a bascular en
nuestro favor. Al llegar a muelle de espera, Miah estaba convencida de que
habíamos acabado por el día y bajó a tierra. Se llevó un chasco enorme cuando
le ordenamos volver a subir a bordo.
Bastante
más tarde, y ya bien cansados, continuamos nuestro descenso del Rhône para
luego ascender los 3 km por el ramal de Avignon. Encontramos muchísima
corriente en contra, por lo que esto nos llevó mucho tiempo. Sin embargo
teníamos unas increíbles vistas de la ciudad.
¡Avignon a la vista! |
Pasando por el famoso puente cortado de St Benezet |
Al llegar al puerto, encontramos
a los otros miembros del convoy que habían tomado los espacios libres del
muelle. La motora de Sète había ocupado dos sitios, y cuando les preguntamos si
les importaba moverse un poquito para que pudiéramos entrar nos dijeron
muy contundentemente
“n’estpasnotreprobleme… demierdez-vous”. ¡Qué bonito! Una motora inglesa nos
hizo señas para que nos abarloaramos a ellos. ¡Mil gracias! Estábamos realmente
agotados de esta larga jornada, e infinitamente agradecimos el gesto de los
ingleses. La ciudad nos invitaba a quedarnos unos días y descubrir sus
rincones…
- Distancia recorrida: 40nm
- Distancia total recorrida: 2561nm
- Tiempo aproximado: 12h
- Nº esclusas: 3
- Nº total de esclusas: 210
lunes, 15 de septiembre de 2014
Valence-Chateneuf du Rhône
Los castillos se seguían sucediendo a ambas orillas del Rhône. |
Llegamos
a la esclusa de Chateneuf hacia las 15.30, la cual atravesamos junto con un
velero danés, una motora belga, otra francesa y otra inglesa. Parecía el
comienzo de un chiste.
Durante el día habíamos contactado con el puerto de Viviers para comprobar que tendríamos calado suficiente para entrar. Según el capitán del puerto encontraríamos dos metros.
En fila de a uno fuimos entrando en el puerto de Viviers, estando los daneses en penúltimo lugar y nosotros en último. Esperamos en la bocana hasta que todo el mundo hubo atracado, pero los daneses dieron media vuelta y volvieron a salir. Cuando salieron nos comentaron que ni de cerca había 2m de calado, y calculaban que no había más de 1.60m. Eso me pareció cuando intenté entrar en este mismo puerto en mi camino a Alemania, pero efectivamente un cartel en el puerto seguía indicando 2m de calado. Decidimos dar media vuelta y deshacer los últimos dos km que nos separaban de la esclusa de Chateneuf y dormir en el muelle de espera tras obtener la autorización de la muy amable esclusier que la gestionaba. Se había quedado una impresionante tarde de tormenta, y el cielo era un espectáculo de rallos que caían unos tras otros. Miah, sin importarle a penas, salió en busca de aventuras. ¡Y no era para menos! Tenía un enorme bosque a su entera disposición que no desaprovechó ni un minuto.
Durante el día habíamos contactado con el puerto de Viviers para comprobar que tendríamos calado suficiente para entrar. Según el capitán del puerto encontraríamos dos metros.
Saliendo de la esclusa de Chateneuf sur Rhône |
En fila de a uno fuimos entrando en el puerto de Viviers, estando los daneses en penúltimo lugar y nosotros en último. Esperamos en la bocana hasta que todo el mundo hubo atracado, pero los daneses dieron media vuelta y volvieron a salir. Cuando salieron nos comentaron que ni de cerca había 2m de calado, y calculaban que no había más de 1.60m. Eso me pareció cuando intenté entrar en este mismo puerto en mi camino a Alemania, pero efectivamente un cartel en el puerto seguía indicando 2m de calado. Decidimos dar media vuelta y deshacer los últimos dos km que nos separaban de la esclusa de Chateneuf y dormir en el muelle de espera tras obtener la autorización de la muy amable esclusier que la gestionaba. Se había quedado una impresionante tarde de tormenta, y el cielo era un espectáculo de rallos que caían unos tras otros. Miah, sin importarle a penas, salió en busca de aventuras. ¡Y no era para menos! Tenía un enorme bosque a su entera disposición que no desaprovechó ni un minuto.
- Distancia recorrida: 30nm
- Distancia total recorrida: 2521nm
- Tiempo aproximado: 7.5h
- Nº esclusas: 3
- Nº total de esclusas: 207
domingo, 14 de septiembre de 2014
Les--Roches-de-Condrieu a Valence
14.09.14. Hoy nos esperaba un día largo. Pretendíamos llegar a Valence, a unos 70km. Compromisos profesionales nos obligan a estar en Avignon el miércoles. Pero gracias a la fuerte corriente en contra (de casi 2 nudos en muchos sectores), esperábamos lograrlo.
Partimos hacia las 9am, con lo que prometía ser el día más veraniego que habíamos tenido durante todo el viaje. Y así fue. Calor que a ratos se hacía sofocante, especialmente cuando paraba el viento. Miah buscaba refugio en cualquier sombrita y probaba todas las posturas posibles.
El día continuó de lo más tranquilo y sin novedades que resaltar. Pasamos un total de 3 esclusas de unos 12 metros de desnivel. De nuevo, como ayer, nos seguían pidiendo el nombre y registo de la embarcación. Por alguna razón seguíamos sin estar registrados en el listado de "navegación activa" del ródano. Finalmente, en la esclusa de Valence, el esclusier nos preguntó cómo era posible que no apareciéramos en su listado de embarcaciones activas, pero ¿Qué íbamos a saber nosotros?
Continuamos hasta llegar al puerto de Valence. Aquí también me quedé en mi camino a Alemania, y me quedé con muy buen recuerdo del puerto. El acceso no era especialmente fácil, pero lo logramos. Sin embargo, cuando llegamos a la bocana del puerto encontramos una señal que indicaba que no había más de 1.60m de calado. ¡Horror! ¡Esto no lo esperábamos! Justo en frente vimos el muelle de la gasolinera (en el lado S de la bocana) y el muelle de visitantes en el lado N. Yo recordaba haberme quedado sin problemas en este muelle de visitantes la última vez, por lo que despacito hicimos nuestra entrada. En el muelle efectivamente había bajo calado, pero no era menor de 1.70m. Justitos pero entramos bien. La sonda se volvía un poco loca debido a la enorme cantidad de grandes algas que cubrían el fondo.
Encontramos una capitanería que cerraban los domingos, pero nuestros vecinos de barco amablemente nos dieron las claves para acceder a las duchas. Merecida cena después de una larga travesía y después largo paseo con Miah por los extensísimos jardines del puerto. Miah empezó después a activarse con el fresquito de la noche. Seguro que sería para ella una noche llena de aventuras.
¡Ya comienzan a ser patentes los cambios en el paisaje! ¡Nos acercamos al Mediterráneo! |
Miah buscó refugio de la solana durante todo el día. ¡Y probaba todas las posturas posibles! ¿Será así más fresco dormir? |
El día continuó de lo más tranquilo y sin novedades que resaltar. Pasamos un total de 3 esclusas de unos 12 metros de desnivel. De nuevo, como ayer, nos seguían pidiendo el nombre y registo de la embarcación. Por alguna razón seguíamos sin estar registrados en el listado de "navegación activa" del ródano. Finalmente, en la esclusa de Valence, el esclusier nos preguntó cómo era posible que no apareciéramos en su listado de embarcaciones activas, pero ¿Qué íbamos a saber nosotros?
Pasando por Tournon-sur-Rhône |
Continuamos hasta llegar al puerto de Valence. Aquí también me quedé en mi camino a Alemania, y me quedé con muy buen recuerdo del puerto. El acceso no era especialmente fácil, pero lo logramos. Sin embargo, cuando llegamos a la bocana del puerto encontramos una señal que indicaba que no había más de 1.60m de calado. ¡Horror! ¡Esto no lo esperábamos! Justo en frente vimos el muelle de la gasolinera (en el lado S de la bocana) y el muelle de visitantes en el lado N. Yo recordaba haberme quedado sin problemas en este muelle de visitantes la última vez, por lo que despacito hicimos nuestra entrada. En el muelle efectivamente había bajo calado, pero no era menor de 1.70m. Justitos pero entramos bien. La sonda se volvía un poco loca debido a la enorme cantidad de grandes algas que cubrían el fondo.
Encontramos una capitanería que cerraban los domingos, pero nuestros vecinos de barco amablemente nos dieron las claves para acceder a las duchas. Merecida cena después de una larga travesía y después largo paseo con Miah por los extensísimos jardines del puerto. Miah empezó después a activarse con el fresquito de la noche. Seguro que sería para ella una noche llena de aventuras.
- Distancia recorrida: 37nm
- Distancia total recorrida: 2491nm
- Tiempo aproximado: 9h
- Nº esclusas: 3
- Nº total de esclusas: 204
sábado, 13 de septiembre de 2014
Lyon a Les Roches de Condrieu
13.09.14. Tras un buen desayuno en la calle de croissants y café con leche por 2 euros y despedirnos de la familia, continuamos viaje. Hacia las 11.30 estábamos pasando nuestra primera esclusa en el Ródano, la esclusa de Pierre-Benite con algo más de 11 metros de desnivel. ¡Nuestra esclusa número 200 de este viaje! Dimos el nombre de la embarcación para que nos registraran en el sistema de navegación "activa" del Ródano, pero para nuestra sorpresa nos volvieron a pedir el nombre de la embarcación en la segunda esclusa del día. ¿Qué había pasado?
La corriente a favor nos hacía avanzar a una velocidad de 5.5 nudos. ¡De lo más agradable después de haber tenido corriente en contra la mayor parte del viaje! El día transcurrió sin novedad y decidimos hacer noche en un puerto de lo más agradable en el que ya había parado en mi viaje a Alemania: el puerto de Syripel en Les-Roches-de-Condrieu. El muelle exterior tiene algo más de 8m de calado, pero en el interior, únicamente las "T"s más exteriores tienen calado suficiente para un velero.
El capitán no dio una calurosa bienvenida como ya lo hizo 3 años atrás, y tras notar el tremendo dolor de espalda que me llevaba aquejando todo el día, nos sugirió no cocinar y pedir una pizza en un local cercano. ¿Cómo encontrarlo? El capitán nos dijo que, al salir del muelle, "siguiéramos el olor a pizza". Y realmente así lo encontramos. Tarde de relax con pizza casera... ¡y Miah contenta se fue toda la noche de aventuras!
Dejamos atrás nuestra primera esclusa en el Ródano: Pierre Benite. |
Nuestra primera estapa en el Ródano nos dejaba impresionantes vistas. |
Amarrados en el muelle exterior del puerto de Syripel (Les-Roches-de-Condrieu) |
El capitán no dio una calurosa bienvenida como ya lo hizo 3 años atrás, y tras notar el tremendo dolor de espalda que me llevaba aquejando todo el día, nos sugirió no cocinar y pedir una pizza en un local cercano. ¿Cómo encontrarlo? El capitán nos dijo que, al salir del muelle, "siguiéramos el olor a pizza". Y realmente así lo encontramos. Tarde de relax con pizza casera... ¡y Miah contenta se fue toda la noche de aventuras!
- Distancia recorrida: 23nm
- Distancia total recorrida: 2454nm
- Tiempo aproximado: 5h
- Nº esclusas: 2
- Nº total de esclusas: 201
viernes, 12 de septiembre de 2014
Couzon Mt D'Or a Lyon
12.09.14. Hoy día de relax. Nadie nos esperaba en Lyon hasta las 12, por lo que no partimos de nuestro acogedor amarre hasta las 10am. En un par de horas escasas recorrimos los 15 km que nos separaban del centro del Lyon.
El día anterior habíamos llamado al "Halte Fluvial de la Confluence" (el puerto deportivo de Lyon) para reservar amarre. No parecía que tendrían plaza para nosotros según el capitán del puerto y deberíamos llamar en torno a las 14h.
Por ello decidimos amarrar donde me quedé cuando viajaba a Alemania, en el muelle localizado detrás de la pasarela roja de San Jorge, en la ribera izquierda del río (en el Presqu'Île) bajo unos sauces. Encontramos el muelle libre y allí nos quedamos hasta que nos confirmaron que había sitio en el puerto. Tuvimos visita de familia (por ambas partes) y pasamos un día extraordinario, visitando la ciudad, la basílica, las ruinas romanas y de cena en la brasserie más grande y antigua de Europa (Brasserie Georges).
Llegando a la Île Barbe, al norte de Lyon |
¡Lyon a la vista! |
Atravesando Lyon |
El día anterior habíamos llamado al "Halte Fluvial de la Confluence" (el puerto deportivo de Lyon) para reservar amarre. No parecía que tendrían plaza para nosotros según el capitán del puerto y deberíamos llamar en torno a las 14h.
Por ello decidimos amarrar donde me quedé cuando viajaba a Alemania, en el muelle localizado detrás de la pasarela roja de San Jorge, en la ribera izquierda del río (en el Presqu'Île) bajo unos sauces. Encontramos el muelle libre y allí nos quedamos hasta que nos confirmaron que había sitio en el puerto. Tuvimos visita de familia (por ambas partes) y pasamos un día extraordinario, visitando la ciudad, la basílica, las ruinas romanas y de cena en la brasserie más grande y antigua de Europa (Brasserie Georges).
De paseo por la Pasarela de San Jorge. |
Vistas de la ciudad desde las ruinas del anfiteatro romano |
Impresionante la Basílica de Lyon. En realidad son 2, una encima de la otra! |
- Distancia recorrida: 8nm
- Distancia total: 2431nm
- Tiempo aproximado: 2h
- Nº esclusas: 0
- Nº total de esclusas: 199
jueves, 11 de septiembre de 2014
Mâcon a Couzon au Mt d'Or
11.09.14. ¡Vaya viento frío que ha soplado hoy! Pusimos rumbo s
ur y hacia mediodía pasamos la primera esclusa prevista para el día. Durante el día llamamos a los varios puertos localizados en torno al PK 20, pero ninguno de ellos tenía calado suficiente para nosotros o estaban reservados para socios. Por ellos, hacia las 17h decidimos pasar la noche en el muelle de espera de la esclusa de Couzon, en su lado sur para estar protegidos del viento. Miah quería salir a toda costa a jugar, pero para acceder a tierra tenía que pasar por una pasarela hecha reja metálica. Las patitas se le colaban por los agujeros y mucho esfuerzo tuvo que hacer para pasar a tierra. Eso sí, para regresar no había tantas ganas, y lloraba desde tierra para que la trajéramos en brazos de regreso al barco.
Estamos a 15 km del centro de Lyon!
ur y hacia mediodía pasamos la primera esclusa prevista para el día. Durante el día llamamos a los varios puertos localizados en torno al PK 20, pero ninguno de ellos tenía calado suficiente para nosotros o estaban reservados para socios. Por ellos, hacia las 17h decidimos pasar la noche en el muelle de espera de la esclusa de Couzon, en su lado sur para estar protegidos del viento. Miah quería salir a toda costa a jugar, pero para acceder a tierra tenía que pasar por una pasarela hecha reja metálica. Las patitas se le colaban por los agujeros y mucho esfuerzo tuvo que hacer para pasar a tierra. Eso sí, para regresar no había tantas ganas, y lloraba desde tierra para que la trajéramos en brazos de regreso al barco.
Estamos a 15 km del centro de Lyon!
Disfrutando de nuestra última jornada en el Saône |
Llegando a Albigny sur Saone |
- Distancia recorrida: 36nm
- Distancia total recorrida: 2323 nm
- Tiempo aproximado: 8h
- Nº esclusas: 2
- Nº total de esclusas: 199
miércoles, 10 de septiembre de 2014
Chalon-sur-Saone a Mâcon
10.09.14. Qué relax después de salir del canal du Centre. Por delante teníamos apenas una quincena de esclusas, ningún problema de calado, 500 km y corriente a favor. ¡qué más podemos pedir!
Dejamos atrás Chalon-sur-Saone y gran parte del "club de fans" de Miah salió a despedirla. Miah como una reina, estaba sentada en el asiento del piloto.
Fue un día de lo más tranquilo y sin novedad. Navegamos aprovechando la corriente a favor y sin problemas o esperas pasamos la única esclusa prevista para el día.
Llegamos al puerto de Macon hacia las 16.30h y aprovechamos el día tan bueno que se había quedado para dar un paseo y hacer una barbacoa. Estamos a 80km de Lyon, donde esperamos pasar unos días y visitar familia y amigos :)
Dejamos atrás Chalon-sur-Saone y gran parte del "club de fans" de Miah salió a despedirla. Miah como una reina, estaba sentada en el asiento del piloto.
Miah decidió pasar la jornada en el asiento del piloto. |
Atravesando Tournus con su preciosa abadía. |
Navegando el Saone. |
Llegamos al puerto de Macon hacia las 16.30h y aprovechamos el día tan bueno que se había quedado para dar un paseo y hacer una barbacoa. Estamos a 80km de Lyon, donde esperamos pasar unos días y visitar familia y amigos :)
- Distancia recorrida: 33nm
- Distancia total recorrida: 2387nm
- Tiempo aproximado: 7h
- Nº esclusas: 1
- Nº total de esclusas: 197
martes, 9 de septiembre de 2014
Fragnes a Chalon-sur-Saone
9.9.14. Amaneció un día lluvioso por lo que decidí hacerle el cambio de aceite y filtros al motor. Le tocaría en 4h así que pareció buena idea emplear este tiempo lluvioso. Una vez hube terminado, hacia las 11.15, decidimos partir en dirección al Saone. En apenas una decena de minutos llegamos a nuestra última esclusa del Canal du Centre, con un desnivel de casi 11m. Pero encontramos el semáforo apagado lo que nos resultó extraño. Tras llamar a la esclusa, nos dijeron que debíamos esperar hasta las 13.30h para pasar, pero no tuvimos explicación al respecto. Tras la espera, se nos abrieron las puertas del Saone.
¡Lo habíamos logrado! Habíamos pasado el Canal du Centre antes de su cierre. Poco nos faltó para quedar atrapados, pero estábamos fuera. Habían sido unos días de mucho estrés y de muchas horas de navegación. Decidimos recorrer los pocos km que nos separaban de Chalon-sur-Saone, donde esperábamos denscansar y hacer algo de turismo.
Preciosa ciudad que tuvimos oportunidad de visitar. Miah también estaba exhausta y apenas salió del barco. Eso sí, en cuanto salía y hacía alguna de sus monerías, unía gente a su "club de fans". Mañana continuaremos rumbo a Lyon!
Pasamos nuestra última esclusa en el Canal du Centre. LLegamos al Saone! |
¡Lo habíamos logrado! Habíamos pasado el Canal du Centre antes de su cierre. Poco nos faltó para quedar atrapados, pero estábamos fuera. Habían sido unos días de mucho estrés y de muchas horas de navegación. Decidimos recorrer los pocos km que nos separaban de Chalon-sur-Saone, donde esperábamos denscansar y hacer algo de turismo.
Amarrados en el puerto deportivo de Chalon sur Saone |
Miah intercambió algo más que "palabras" con un cisne |
Preciosa ciudad que tuvimos oportunidad de visitar. Miah también estaba exhausta y apenas salió del barco. Eso sí, en cuanto salía y hacía alguna de sus monerías, unía gente a su "club de fans". Mañana continuaremos rumbo a Lyon!
Vamos de turismo a Chalon sur Saone |
Chalon y su ambiente nocturno |
- Distancia recorrida: 6nm
- Distancia total recorrida: 2354nm
- Tiempo aproximado: 2h
- Nº esclusas: 1
- Nº total de esclusas: 196
lunes, 8 de septiembre de 2014
DATOS ÚTILES SOBRE EL CANAL DU CENTRE
-Todas
las esclusas están automatizadas. Hay sensores a la entrada de cada esclusa que
activan los mecanismos. Una vez pasada la primera esclusa, ésta manda una
“reserva” a la siguiente, de tal manera que,
si no hay circulación de sentido contrario, se encuentra preparada para cuando
llegamos.
-Una
vez dentro de la esclusa, hay un mecanismo de dos cabos. Para accionar las
esclusas, se debe tirar del cabo azul.
-El
tiempo mínimo entre la entrada a la esclusa y la activación del mecanismo es de
1 min. La esclusa no se activará si tiramos del cabo azul antes de ese tiempo.
-Las
esclusas se llenan hasta casi el límite. Resulta muy importante tener
neumáticos u otras defensas que entren bien en el agua para proteger la línea
de flotación.
-La
entrada de agua en la esclusa, al comienzo de la maniobra, es bastante
violento. Por ello conviene amarrarse lo más atrás posible en la esclusa.
-Las
esclusas de este canal no cierran durante el mediodía. Sin embargo, en caso de
emergencia no habrá personal disponible de 12h a 13h.
-El
canal está dividido en dos secciones: la sección cuyas aguas desembocan en el
Atlántico (esclusas OCEAN) y la sección cuyas aguas desembocan en el
Mediterráneo (esclusas MED). Las esclusas MED son a menudo bastante grandes,
pero tienen bolardos flotantes, siempre en el lado de babor (en dirección
Mediterráneo).
-Importante
entrar en las esclusas bien despacio, si no los sensores no nos detectan y la
esclusa queda bloqueada. En estos casos o en cualquier otro en la que la
esclusa no funcione, se llama a un número al siguiente número: 0810187383. Importante tenerlo a mano, porque las esclusas del Canal du Centre fallan a menudo.
-MUY IMPORTANTE! Hay muchas algas y ramas en el canal. A menudo éstas quedan atrapadas en la hélice. Hemos encontrado imprescindible llevar a bordo gafas de buceo y aletas para poder limpiar la hélice.
-MUY IMPORTANTE! Hay muchas algas y ramas en el canal. A menudo éstas quedan atrapadas en la hélice. Hemos encontrado imprescindible llevar a bordo gafas de buceo y aletas para poder limpiar la hélice.
St-Léger-sur-Dheune a Fragnes
8.9.14. Ayer por la noche habíamos encontrado la capitanería del puerto cerrada, así que Fabrice fue esta mañana a pagar la tarifa de la noche. En la capitanería encontró a Olivier, el esclusier. Nos dijo que dos peniches-hotel se disponían a cruzar la primera esclusa, y nos recomendó que pasáramos en convoy con una motora alemana que había pasado la noche en el mismo muelle que nosotros. Así hicimos. Tiempo de desayunar y revisar la máquina y hacia las 10h pusimos rumbo sur junto a la motora "Franziska".
Una tras otra pasabamos esclusas. Pero para nuestro disgusto, hacia las 12.30 el motor dio un bajón enorme de revoluciones de manera repentina. Nuestra velocidad cayó de 4 a 3 nudos. Dejé a Fabrice en el timón y entré para revisar la máquina. Todo en orden. La única explicación es que cazamos algo en la hélice. Despacito, intentamos llegar al puerto de Chagny, que se encontraba a unos 4 km de nuestra posición (las riberas del Canal du Centre no tienen suficiente calado como para permitirnos parar en cualquier lado). Pero a unos 1.5km del puerto de Chagny, de nuevo otro bajón en el motor y entonces nuestra velocidad pasó a algo menos de 2 nudos. Debíamos tener el mismo herbolario completo en la hélice. Y por fin... llegamos al puerto, para encontrar un calado inferior a 1 m y antes de darnos cuenta quedamos atrapados en el fango. Fabrice y yo en una banda para escorar y con la poca máquina que teníamos conseguimos salir. Pero no teníamos maniobrabilidad como para abarloarnos a nadie. Una mujer suiza en su preciosa peniche salió a echarnos una mano. Le tiramos unos cabos y nos llevó a su costado. ¡Mil gracias! Fabrice rápido se echó al agua para intentar sacar las malezas de la hélice. Y digo rápido, porque la peniche ya era bien grande, y siendo el canal tan estrecho, si venían las peniches-hotel (que habíamos adelantado durante la mañana), no podrían pasar estando nosotros abarloados a la peniche. Fue increíble lo que Fabrice sacó de la hélice. Parecían ramas de rosal. Alguien habría estado podando y ...
Ahí estaba la explicación a nuestros bajones de motor. Después de quitar toda la maleza pudimos continuar viaje. Esclusa tras esclusa continuamos nuestro descenso hacia el Saone. En una de las esclusas de mayor desnivel, quedamos "encerrados", ya que tras descender, las compuertas de salida no se abríeron. De nuevo llamada al técnico que vino tras una media hora para sacarnos de la esclusa. Nadie nos quitó una tercera avería cerca de nuestro destino.
Aunque nuestra intención era llegar hasta Chalon-sur-Saone, no llegamos más que a Fragnes, donde encontramos el huequito justo para pasar la noche. Apenas 10 cm nos separaban de cada embarcación, y tuvimos el calado justo para acostarnos junto al muelle. Disfrutamos de precioso rojo atardecer y de la caída incesante de paracaidistas en un campo cercano... Aquí dejamos el Canal du Centre (que tanto sueño nos ha quitado estos días) y mañana nos adentramos en el Saone. ¡Territorio conocido!
Dejamos atrás el puerto de St-Léger-sur-Dheune |
Uno de los puñados de malexa que Fabrice sacó de la hélice. ¡Con razón no andábamos! |
Ahí estaba la explicación a nuestros bajones de motor. Después de quitar toda la maleza pudimos continuar viaje. Esclusa tras esclusa continuamos nuestro descenso hacia el Saone. En una de las esclusas de mayor desnivel, quedamos "encerrados", ya que tras descender, las compuertas de salida no se abríeron. De nuevo llamada al técnico que vino tras una media hora para sacarnos de la esclusa. Nadie nos quitó una tercera avería cerca de nuestro destino.
Esperando que nos abrieran las puertas de la esclusa... |
Aunque nuestra intención era llegar hasta Chalon-sur-Saone, no llegamos más que a Fragnes, donde encontramos el huequito justo para pasar la noche. Apenas 10 cm nos separaban de cada embarcación, y tuvimos el calado justo para acostarnos junto al muelle. Disfrutamos de precioso rojo atardecer y de la caída incesante de paracaidistas en un campo cercano... Aquí dejamos el Canal du Centre (que tanto sueño nos ha quitado estos días) y mañana nos adentramos en el Saone. ¡Territorio conocido!
Última esclusa del día y tercera avería. |
Increíble puesta de sol en Fragnes. |
- Distancia recorrida: 14nm
- Distancia total recorrida: 2348
- Tiempo aproximado: 7h
- Nº esclusas: 15
- Nº esclusas totales: 195
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