sábado, 15 de octubre de 2011

Las Historias del Buho

Si os gustan las historias y los cuentos, aquí teneis una magnífica web de un amante del mar. Espero que la disfruteis tanto como lo hago yo.

http://lashistoriasdelbuho.blogspot.com/

miércoles, 12 de octubre de 2011

Xenia II

El blog de Martin Schiller, compañero del AWI (pronto vecino del Im-Jaich Marina) y capitán del Xenia II, un Halberg-Rassy 38 de bandera alemana. No os lo perdais!

http://xenia2.de/


martes, 11 de octubre de 2011

Just do it

Aquí teneis la magnífica historia de una pareja encantadora, capitanes del "Just do it", que dieron la vuelta al mundo en su velero! Sin desperdicio...

sy-justdoit.de

sábado, 8 de octubre de 2011

Día 76: Destino Final, Im-Jaich Marina de Bremerhaven

Bajando al Tortuga del camión.

Metiendo al Tortuga de nuevo en el agua.
Entrando en el agua en el Fishereihaven de Bremerhaven.

Esperando en el Fishereihaven a que calmara la corriente.
Saliendo de la esclusa del Fishereihaven, dirección al río.
En la esclusa del nuevo puerto. Nuestra última esclusa del viaje.
Tortuguita en el Im-Jaich Marina de Bremerhaven. Final del viaje.
4.10.11. Sobre las 7 bajamos a desayunar y sobre las 8 estábamos saliendo hacia el puerto pesquero. Apenas aparcamos, apareció Klaus con Tortuga. Qué alegría! Todo estaba bien, y el viaje había ido sin contratiempos. Fui a hablar con Inselman, quien nos bajaría al agua. Nos dijo que nos daba un poco de tiempo para prepararnos y que enseguida nos echaba al agua. Apenas me dio tiempo a preparar todo! Sólo el tiempo para echar las defensas y preparar los cabos. También limpié la entrada de agua del motor, que tenía mucho "caracolillo". En apenas 15 minutos estabamos en el agua. Le pedí tiempo para purgar el aire de la estopa y arranqué motor. Cuando vi que todo estaba bien, nos libró de las "bragas" y atracamos frente al local de Inselman. Arreglamos cuentas e hicimos tiempo hasta la tarde, cuando pasaríamos la esclusa y saldríamos al río sin peligro de corrientes. Nos dio tiempo a montar el arco, los paneles solares y dejar todo como estaba. Incluso nos dio tiempo a ir a comer al puerto pesquero. Nos tomamos unos mejillones con salsa de tomate y ajo que estaban de MUERTE! Y de vuelta al barco, sobre las 13:15, llamé a la esclusa del Fishereihaven. Aunque el contramaestre del Im-jaich nos dijo que habría sólo a las "en punto" en dirección de salida, el esclusier nos dijo que podíamos entrar con otro velero y un mercante llamado "Askania". Cuando llegamos vimos las luces verdes del semáforo y entramos directamente. Los del velero (llamado "Capuccino"), nos ofrecieron abarloarnos a ellos, lo cual nos facilitó enormemente la maniobra. ¡Muchas gracias! Eran muy simpáticos los 3 tripulantes. Uno de ellos nos dijo que había navegado muchos años los canales, y otros tantos años en un velero como Tortuga! Qué ilusión! Reconocieron a Tortuga enseguida! Con lo raro que parece... y aquí, es un barco bastante común... Mi Tortuga regresa a "sus aguas" de origen! Les comentamos que no llevábamos las cartas de la zona, y dado que ellos también iban a Im-Jaich, les seguimos. Apenas encontramos corriente en el Río Wesser, y entramos fácilmente en la segunda esclusa, la que accedía al puerto nuevo. Ellos atracaron al fondo, y nosotros justo detrás. Uno de los tripulantes del Capuccino que había bajado para amarrar, aprovechó y también nos cogió nuestras amarras. ¡Gracias de nuevo! En apenas 10 minutos, ascendidos los 2 metros de desnivel y accedimos al nuevo puerto. Atracamos cerquita del Capuccino, justo donde el contramaestre sugirió que amarráramos para evitar en lo máximo posible los fríos vientos del invierno alemán. De nuevo nos ayudaron en la maniobra. Y ya estábamos en nuestro puerto de invernada...

Aquí acababa el viaje, al menos hasta el año que viene... Por una parte tenía sensación de alegría por finalizar un viaje, un viaje increíble, maravillo, donde he visto unos paisajes para recordar toda la vida y he conocido a personas increíbles cuya amistad espero conservar siempre (Pedro & Azu, Gilbert, Jöelle, Bob & Berkeley...). Siento mucha satisfacción y estoy muy contenta de haber tenido la oportunidad de recorrer 1400 de las 1800 millas que separan Sevilla de Bremerhaven. Y por otra parte un poco de tristeza de que la navegación acabe por lo que queda de año. Ahora toca adaptarse al frío alemán, invernar el motor y preparar el barco para la nieve. No será fácil, pero una aventura al fin y al cabo ¿no?...

Día 75: Llegada a Bremerhaven

3.10.11. Nos levantamos tempranito y sobre las 8 nos echamos de nuevo a la carretera. Condujimos toda la mañana, y sobre las 14:00 decidimos parar en la primera estación de servicio que vimos. Y justo cuando nos preguntábamos por dónde andaría ya Tortuga... ahí lo vimos aparcado!!! Entramos y vimos a Klaus. Nos dijo que a él le pilló el mismo atasco que a nosotros, pero que él se lo comió entero. Comimos los 3 juntos y enseguida continuamos camino. Estábamos a sólo 2 horas de Bremerhaven. Él haría noche en una estación de servicio cercana a Bremerhaven y nosotros en el hotel del puerto donde pasaríamos el invierno... Llegamos sobre las 16:00. Dejamos el equipaje en la habitación y hablamos con el contramaestre del puerto (quien nos encontró la compañía más barata de camión!) para que nos explicara cómo entrar en el puerto desde el Fishereihaven (donde estaba la grúa y donde bajaríamos al Tortuga al agua). Nos dijo que debíamos pasar dos esclusas: salir por la esclusa del Fishereihaven, salir al río y entrar de nuevo al puerto nuevo por otra esclusa. Nos dio el número de los canales por los que comunicarnos y nos avisó que la corriente sería muy fuerte en el río (de unos 4 nudos). ¡Esto es un problema! Tortuga no podría combatir esa corriente! La única opción sería esperar hasta que la corriente aflojara, con el cambio de marea, lo cual ocurriría a las 14.00. Así que así hiríamos. Fuimos por la tarde con el coche a mirar dónde exactamente bajarían al Tortuga al agua. No nos costó encontrarlo, dado que el único "travel" que había en el puerto destacaba. Luego fuimos a buscar una buena "Franciskaner" de barril y algo que cenar... Mañana sería otro día interesante, y el fin del viaje... Casi daba hasta pena...

Día 74: El inicio del viaje en camión de Tortuga...

Enfilando la entrada al Canal de Borgogne.

Entrada a la esclusa de entrada al canal de Borgogne
¡El agua entraba como una cascada!

Después de tomarnos los datos, nos dieron luz verde...
Sacando a Tortuguita del agua con Blanchart.
Subiendo a Tortuga en el camión.
Ahora tocaba subir y terminar de estibar todo...
Y listos para el viaje!
2.10.11. Nos levantamos bien tempranito, desayunamos y fuimos a hablar con Blanchart. En principio habíamos acordado sacar a Tortuga del agua por la tarde, pero ya que estaba Klaus ya preparado, ¿podríamos sacarlo por la mañana? No había problema. Así que volvimos y navegamos hacia la esclusa. Todo fue genial, y la pasamos sin mayor complicación. Esta esclusa era manual, y el agua entraba en el foso como si fuera una cascada... daba un poco de mal rollo, pero todo fue bien... Entramos en la marina de Blanchart y vimos a Klaus con su camión preparado para recibir al Tortuga... La grua de Blanchart también estaba preparada y tenía las "bragas" ya en el agua para subirnos. Nos hicieron señas para que entraramos directamente, pero había una pequeña motora justo en el sitio que necesitaba para entrar. No parecía que tuvieran mucha prisa en moverse, así que nos tocó cambiar rápidamente toda la maniobra para entrar por un pequeño espacio que teníamos a babor. Pero el sitio era tan pequeño que casi rompo las antenas del mástil contra una peniche que había atracada justo al lado. Suerte que un hombre que estaba viendo la maniobra se subió a la pèniche y nos ayudó con el tema antenas. Entramos en las bragas y papi y yo bajamos para colocarlas en su sitio. Cuando estaban colocadas, le dimos una señal a Blanchart y subió al Tortuga al camión en escasos 5 minutos. Ahora le tocaba a Klaus trabajar, ajustando la cama al Tortuga. Le llevó un buen rato esta tarea, y cuando lo hubo terminado todo, nos sacó una escalera para que pudiéramos subir y terminar de estibar todas las cosas para el viaje. Esto nos llevó un par de horas... guardar defensas, guardar cabos y toldos, estibar bien el interior (pensando no en el movimiento habitual del barco, claro está, sino en el de acelerar y frenar). Apagué también la nevera para asegurar que tuviéramos batería suficiente para arracar cuando llegáramos el miércoles a Bremerhaven. Y cuando hubimos acabado todo, Klaus sacó una cinta métrica para asegurar que el barco pasara bajo los puentes, y lamentablemente, después de todo el trabajo, no iba a pasar, por 10 cm!! Teníamos que desmontar el arco de popa por completo. Menos mal que decidí hacerlo desmontable!! Así que lo desmontamos rápidamente y lo estibamos sobre la cubierta con unas bridas de plástico tamaño XXXXL que trajo Klaus. Y así empezó el viaje del Tortuga por carretera. Dado que hoy es festivo en Alemania, Klaus pararía en Mulhaus, cerca de la frontera alemana, hasta las 22:00, cuando ya permitían circular. Luego pararía para la noche a las afueras de Frankfurt y al día siguiente por la noche llegaría a Bremerhaven. Klaus nos recomendó que en lugar de seguirle, sería mejor (más rápido para nosotros), ir por Luxemburgo, así que así hicimos. Cerca de Metz, nos pilló un atasco increíble! El GPS predecía unos 45 minutos, pero probablemente fueran muchos más, así que hicimos noche en un pueblo que se llama Pont a Mousson, donde había una antigua abadía convertida en hotel! Un pueblo precioso, y el hotel INCREIBLE. Pudimos cenar y tomarnos unas cervezas en la plaza del pueblo. Mañana llegaríamos a Bremerhaven...

Día 73: Llegada en coche a Saint-Jean-de-Losne

Klaus y yo. Había que ver qué cosas había que quitar...
Panales desmontados y trabajando para estibar todo.
1.10.11. Y ya nos pilló Octubre. Hoy mi papi y yo llegamos con el coche a St-Jean-de-Losne. Ahí estaba Tortuguita esperándonos. Estaba LLENO de telarañas!! Parecía que hubiera estado abandonado por MESES! Y sólo han pasado 5 días! Este puerto está lleno de arañas... están por todos lados. Mi pobre planta agonizaba en la cubierta... lo cual bien me apuntaron mis vecinos de barco (unos irlandeses con quien hice buenas migas a la llegada) (mi pregunta era... si se habían dado cuenta de que mi planta agonizaba... no podrían haberle echado un poco de agua??). Nos comentaron que había hecho un calor muy fuerte e inusual los días pasados. Dejamos nuestro equipaje y pronto llamó el conductor del camión diciendo que pasaría allí en el puerto el fin de semana completo, dado que el sábado por la noche ya no se puede conducir, el domingo tampoco y el lunes más de lo mismo por ser festivo en Alemania. Fuimos a buscarle a la marina seca. Le encontramos fácilmente por el enorme camión que trajo. El hombre se llamaba Klaus, y era muy simpático. Le llevamos a ver el barco para que  nos orientara de qué cosas debíamos de quitar por seguridad... Nos dijo de desmontar los paneles solares y los toldos. También debíamos de amarrar muy bien la embarcación auxiliar, la bici y meter todo lo demás o bien en la bañera o en el interior. Luego volvimos juntos a la marina Blanchart (donde nos sacarían a Tortuga del agua). Está muy cerca de H2O (donde estábamos atracados), pero había que pasar la esclusa de entrada al canal de Borgogne, así que fuimos a hablar con el esclusier para asegurar que hubiera calado suficiente y aclarar si tenía que pagar (mi vignette de los canales se había caducado el día 28 de septiembre). El esclusier muy amablemente nos resolvió todas las dudas, y nos dijo que si sólo ibamos a Blanchart, no había que pagar. Así que volvimos al camión y Klaus nos invitó a una copita de vino. De allí mi papi y yo fuimos a arreglar las cosas en el barco y desmontar lo que había que desmontar, y más tarde iríamos a tomar unas cervezas y a cenar al pueblo con Klaus. Estuvimos hablando con él. Llevaba toda su vida llevando caminiones y llevaba 6 años trabajando para la empresa, que se dedicaba exclusivamente a transportar barcos. Pasamos una tarde muy agradable, y con más cervezas encima de las que debíamos nos volvimos para el barco. Al día siguiente tendríamos mucho jaleo y tocaba descansar!.

Día 71: Viajando en tren a Lyon...

26.09.11. A partir de ahora toca evaluar qué hacer. La situación es la siguiente: para llegar a Alemania tocaría pasar al Canal du Rhône au Rhine, que tiene una restricción de calado de 1,80m (todas las embarcaciones que calen más tienen prohibida la entrada). Tortuga cala (según papeles 1,77 en agua de mar). Dado que la flotabilidad en agua dulce es menor, seguro que llega a 1,80. Así que hay dos opciones: o dejar a Tortuga aquí en Saint Jean de Losne hasta el verano que viene y navegar un poco más o subirlo en camión hasta Bremerhaven. Teniendo en cuenta que tengo mi vida abordo y que igualmente no parece que vaya a poder continuar navegando por los canales a no ser que sea deshaciendo el camino, decidimos la opción del camión. Habiendo tenido esta opción en mente, ya teníamos apalabrada la opción con una empresa alemana. Así que Joelle volvió hoy para su casa a primera hora de la mañana y yo aproveché también para volver a España unos días hasta que acalaráramos el tema con el camión. Sobre las 8 de la tarde tomé un tren a Lyon donde haría noche. Mañana tomaré un vuelo a Madrid y volveré con el coche a Sain Jean de Losne la semana que viene, a tiempo de que viniera el camión a recoger a Tortuguita...