domingo, 5 de febrero de 2012

La vida en el hielo y el síndrome de los esquimales...

La cara de Miah era un poema al encontrarse con la nieve en su paseo matutino.
Creo que esta foto es una de mis preferidas de esta temporada. Mis huellas y las de Miah sobre la nieve del pantalán.

Y por fin llegó el frío POLAR. Y digo polar porque tenemos máximas de -6ºC y mínimas de entorno -14ºC para mañana. Y claro... el agua del puerto CONGELADA. Tenemos unos 5 centímetros de hielo. Esto es toda una experiencia. Por las mañanas el no se pueden abrir las puertas porque están congeladas, y hay que darles un golpecito. El butano, evidentemente, también se congela y hay que tirar de horno y microondas. Pero dado que tengo, gracias a las 2 estufas, unos 20ºC dentro del barco, el Tortuga se mantiene a flote. La temperatura del casco no permite que congele el agua y tengo un halo de unos 5 centímetros de agua alrededor. El resto de barcos están completamente atrapados. Si tuviera un barco de fibra, no estaría muy tranquila...
El agua del puerto congelada y nevada. Sin palabras...

Cualquiera pensaría que soy la única loca viviendo en estas condiciones, pero tengo 3 vecinos viviendo a bordo y uno más (Martin, del Xenia II) que tuve el placer de conocer y que viene de camino en cuando despeje el hielo (este es su blog: http://xenia2.de/). No dejeis de echarle un vistazo, porque es muy bueno. Eso sí, listo el traductor de Google porque está todo en alemán, como es natural por estos lares.

Y Miah? Su primer contacto con la nieve! Su cara al pisar la nieve no tiene despedicio. Los patos se le acercan caminando por el hielo, y ella parece no dar crédito. ¿Qué pensará? "¿Esto de caminar sobre las aguas lo podré hacer yo también?".

El Tortuga, con su "halo" de agua gracias a la temperatura interior. El resto de barco no corren la misma suerte...
Por las mañanas pasa un rompehielos por el puerto, y despeja al menos la zona por donde pasan los mercantes y los prácticos. Parece que se ponga a jugar, dando vueltas por delante de la esclusa machacando el hielo. Pero donde estamos los veleros no hay mucho que hacer mas que aguantar el tirón. Al menos una vez al día salgo con el bichero para quitar un poco de hielo y darle un poco más de movilidad al Tortuga.
Amanecer gélido en Bremerhaven.

Resulta también muy gracioso el ruido que hace el casco contra el hielo, que parece la banda sonora de una película de deportes extremos. Y cosas tan normales como las gotitas de condensación pueden convertirse en auténticas masas de hielo si están cerca del casco de la banda orientada al E (de donde viene este frío Siberiano).

Miah mira al pato alejarse, caminando sobre el hielo... No lo vayas tú también a intentar, Miah!!!
Y así queda el agua tras el paso del rompehielos...

Espero que con estas fotos disfruteis de este paisaje tan llamativo como lo estoy haciendo yo.

2 comentarios:

  1. Pobre Miah, debe decirse: ¿Pero qué he hecho yo? Con lo comodones que son los gatos, supongo que luego se meterá delante de la estufa a soñar con el calorcito de Andalucía.
    Y para ti mucho ánimo, que ya queda menos.
    Las fotos preciosas.
    Azu y Pedro (Dice Azu que os abrigueis)

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  2. Gracias pareja! Aquí estamos calentitas, a 30ºC de diferencia con el exterior. Pero fuera la capa de hielo ha aumentado a 10 cm!! (y claro, todos los grifos de fondo que estén a menos de esta distancia de la línea de flotación, por ejemplo, el fregadero de la cocina, están atascados). Pero todo bien. Hoy he podido andar por el agua del puerto, así que por Miah no me preocupo ;) Además pasa el día conmigo en el laboratorio para ahorrar en calefacción :) Cómo se echa de menos la tierra! Un beso muy fuerte para los dos!!

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